Panel de expertos que supervisa la Casen 2013 planteará mecanismo abierto, y replicable, en reemplazo de labor que desarrollaba la Cepal.

Su tercera reunión realizó este viernes el panel de expertos convocado por el gobierno para supervisar la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2013.

La instancia -conformada luego de que la licitación del trabajo de campo se declarara desierta por falta de oferentes- revisó parte del cuestionario y del diseño muestral de la medición. Además de “acompañar” el desarrollo de la Casen, el grupo técnico también deberá proponer la institución que reemplazará a la Cepal en la labor de calcular la tasa de pobreza del país, luego de que ésta se marginara del proceso tras los cuestionamientos metodológicos de los que fue objeto la última versión de la encuesta (2011) y que derivaron en la cancelación de la Casen 2012.

Rodrigo Jordán -presidente del panel en el que también participan Rodrigo Castro, Francisco Gallego, Osvaldo Larrañaga, Claudio Sapelli, Eduardo Valenzuela y Berta Teitelboim- resta relevancia a la sugerencia que harán a comienzos del próximo año, respecto de qué institución debería realizar el cálculo de la pobreza. La solución de fondo, dice, se desprenderá de la propuesta final que entregará en diciembre la Comisión para la Medición de la Pobreza -que también lidera- y que desde fines de 2012 trabaja en el diseño de una nueva fórmula.

“Queremos que el mecanismo de cálculo sea totalmente abierto y transparente, que lo pueda hacer cualquier persona. Si eso es así, en mayo y junio del próximo año habrá un organismo oficial que calcule la pobreza -podría ser incluso el INE, aunque no sea autónomo-, pero cualquiera podrá replicar la fórmula. Esa es la mejor medida de transparencia. Así, perderá relevancia el quien debe calcular la pobreza. No será tan crítico ese tema”, explicó Jordán. Hasta la Casen 2011, dicho cálculo era una función privativa de la Cepal.

EL PROCESO

Además de ratificar que el panel de expertos “se encuentra en su primera etapa de trabajo”, el ministro de Desarrollo Social, Bruno Baranda, afirma que el trabajo de campo -levantamiento de datos con los que luego se calcula el porcentaje de pobreza-, ya fue adjudicado al Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, vía asignación directa, en un contrato que bordea los $ 1.500 millones.

Adicionalmente, la comisión de expertos ya recibió los primeros antecedentes de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con lo que se dio inicio a la etapa de estimación de la canasta básica de alimentos que sustituirá a la actual, vigente desde 1987. Con estos valores, se actualizará el umbral de la línea de la pobreza, fijada actualmente en $ 75.528.

“Nos entregaron los precios de los bienes que componen la canasta de consumo, pero es información preliminar que nos permite comenzar a sacar cálculos. Estamos esperando que el INE entregue la información completa, lo que debería ocurrir este mes”, puntualiza uno de los integrantes de la comisión.