Estos trabajos mantienen vigentes en el mercado a jóvenes, mujeres y seniors. Además, disminuyen el desempleo de ese sector.

Antonia Eyzaguirre A.
A casi dos años de la entrada en vigencia del posnatal extendido (octubre 2011), los trabajos transitorios han aumentado 25%, según Randstad. La reforma incide en el alza de este tipo de empleo porque la extensión del periodo -6 meses- y las licencias por hijos menores de un año ya no permiten dejar el puesto vacante. Aun así, esta medida no es la única.

El desarrollo del país también ha impulsado este incremento, aseguran expertos en recursos humanos. «A nivel país, esta tendencia representa principalmente el desarrollo de una economía estable, un alza en los niveles de productividad y por consecuencia un aumento en el PIB», dice Giovanna Córdova, de Randstad.

Además las pymes, que muchas veces no cuentan con la capacidad para tener dotaciones permanentes, hacen crecer este tipo de trabajo, dice Mariano Valacco, socio de Global Jobs. Y agrega: «factores como la estacionalidad de algunas actividades económicas, frente a un escenario de una legislación laboral más exigente, incentiva el uso de trabajadores transitorios».

Karina Pérez, de Robert Half, explica que este tipo de trabajo se utilizan comúnmente para la ejecución de proyectos específicos. «Hay empresas que también los ocupan para poder contratar recursos por un tiempo sin tener que elevar su dotación en forma directa».

Menores costos

Con los profesionales transitorios, el costo fijo para las empresas es menor, por lo que Pérez augura un incremento cada vez mayor de este tipo de trabajos. Sobre todo si se toma en cuenta que en mercados como el americano y el europeo es común que las personas se especialicen en un campo para luego buscar empleos en ese ámbito en distintas empresas.

El profesional chileno común es más conservador y, por lo mismo, prefiere la estabilidad que le ofrece un contrato indefinido, con opción de una carrera en la organización. El trabajo transitorio conlleva el riesgo que, al no haber suficiente oferta de empleo en el mercado, las personas estén más tiempo buscando trabajo. Aún así, tiene algunos beneficios que otros no siempre ofrecen.

La flexibilidad laboral es un factor que atrae a las personas. También, estas externalizaciones permiten a los jóvenes insertarse en el mercado y adquirir experiencia laboral. «A los que estudian les da la opción de trabajar en las vacaciones, lo que además coincide con temporadas altas de productividad en diversos rubros y con el aumento de reemplazos por las vacaciones del staff de trabajadores», dice Córdova. También permite a nichos como el de las mujeres y seniors, mantenerse vigentes, explica Macarena Morata, de Page Interim. Y agrega: «Además, una contratación temporal puede convertirse en permanente, lo que hace que se amplíe el espectro de población activa».

Los expertos creen que la tendencia del alza de este tipo de trabajos seguirá creciendo a medida que Chile vaya desarrollándose como economía. Tanto así que un estudio de la consultora Randstad demostró que en 2012, el 85% de los encuestados contrató personal permanente y el 38% utilizó personal temporal.

Incluso, Macarena Morata explica que si bien antes se valoraba la estabilidad laboral, hoy también se valora a una persona que trabaja de forma constante en distintas compañías, ya que muestra competencias profesionales como adaptación y aprendizaje, ambas claves en el mundo actual.

Mayor sueldo
Por ser temporales, los pagos tienden a ser iguales o mayores que los de contrato fijo. Iván Mergudich, de Aramark, dice que el valor por hora de un trabajo transitorio es un poco más alto, porque tiene que haber incentivos adicionales, «sobre todo en personas con mayores destrezas o estudios».

Karina Pérez dice que en países desarrollados los sueldos por proyecto pueden superar en un «interesante porcentaje» a los demás, lo que hace de este mercado uno aún más atractivo.