La normalización en el ritmo de venta de viviendas nuevas en el Gran Santiago ya es evidente, pero no así en el precio, que aún sigue dinámico producto de las restricciones a la construcción, falta de terrenos y demora en los plazos de entrega, explicó el gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Javier Hurtado.

De acuerdo al Indice Real de Precios de Viviendas (IRPV) que elabora la Cámara Chilena de la Construcción, considerando los datos de trimestres móviles en base 100, el precio de las viviendas se elevó 38,9% desde 2004 a junio de 2013.

El mismo indicador refleja un avance de 58,6% para las casas y de 29,3% para los departamentos.

El trimestre móvil abril-junio experimentó un alza anual de 7,6% en el precio de las viviendas. Los departamentos anotaron un crecimiento anual de 6,2% para el período y las casas se elevaron 11,4% en 12 meses.

Por zonas, los sectores Santiago Centro, Sur y Nororiente mostraron subidas anuales para el caso de los departamentos, incrementos que se situaron en 7,2%, 6,8% y 6,6%, respectivamente, mientras que la zona Norponiente mostró un leve descenso de 2% en el precio de venta.

Para las casas, todas las zonas experimentaron alzas anuales, siendo la más significativa la del sector Nororiente, con 18,8%, seguida de la zona sur, con 11,7%.

CRECIMIENTO SECTORIAL

La CChC reportó una baja de 4,4% en la venta de viviendas en el Gran Santiago durante el segundo trimestre de 2013, período en el que se comercializaron 9.956 unidades habitacionales.

En el semestre, la venta de viviendas cayó 0,4% anual, pero creció 1,7% si se compara con el segundo semestre de 2012.

El 69% de las unidades que se comercializó durante el primer semestre correspondió a departamentos, lo que representa un alza de cuatro puntos porcentuales respecto del mismo período de 2012.

A pesar de la caída en las unidades vendidas, el valor creció 8,9%, llegando a 31,3 millones de UF, versus los 22,3 millones de UF del primer trimestre de 2013. El segmento de departamentos desde las 4.000 UF capturó el 17% de la demanda, mientras que el segmento de entre 1.000 UF y 3.000 UF perdió cinco puntos de participación en el último año, concentrando 71%.

Esto se explica por el poder adquisitivo, que permite la compra de mejores viviendas, agregó Hurtado.

Un comportamiento similar se dio en el mercado de las casas. Las propiedades de 4.000 UF hacia arriba ya tienen 27% de la venta, creciendo siete puntos más que el mismo período del año anterior. Las unidades de menos valor se han reducido de manera progresiva y lo mismo está pasando con las unidades de tramos intermedios (de entre 1.500 UF y 3.000 UF).

Por superficie, los departamentos de menos de 50 metros cuadrados ya representan el 51% de la venta.

Las casas de menor tamaño perdieron ocho puntos de participación.