Encuesta realizada por la Asociación Chilena de Seguridad y Datavoz muestra que las personas toman riesgos a pesar de estar conscientes de los peligros.

Si una persona está consciente de un riesgo, lo lógico es que se trate de evitar el peligro. Sin embargo, la tercera encuesta de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y Datavoz indica que en las calles de Chile ocurre todo lo contrario y que existe una disociación entre las acciones que la gente considera arriesgadas respecto de las que realmente ejecutan.

La medición da cuenta muestra que un 67% de las personas encuestadas declaró riesgoso o muy peligroso realizar otras actividades mientras va en su trayecto (como revisar su celular, escuchar música o hablar por teléfono). A pesar de eso, 7 de cada 10 (73%) admitió hacerlo cuando se moviliza en vehículos, ciclos o como peatón. E incluso, el 39% dijo incurrir en ese tipo de acción todos los días.

No es lo más llamativo. Un 78% de los consultados reconoció no mirar señales de tránsito porque conocía su trayecto de memoria, pese a que casi 5 de cada 10 encuestados calificó a esta acción como un acto peligroso.

Otros aspectos que del estudio que sorprenden es que un 64% de los encuestados aseguró que avanzar hacia su destino en “piloto automático” (falta de conciencia plena) era peligroso o muy peligroso, pero 4 de cada 10 (40%) admitió que lo ha hecho, y el 12% dijo que lo hacía diariamente.

Sobre las normas de tránsito, el 83% sostuvo que infringir normas de tránsito para no sentir vergüenza frente a otras personas era altamente riesgoso, pero el 35% reconoció hacerlo.

Caso similar pasó con quienes declararon no interrumpir su viaje a pesar de sentir confusión respecto a algunas señales de tránsito u otras características del entorno (38%), aun cuando aseveraron que era una conducta peligrosa (63%).

Otras dimensión relevante al momento de trasladarse, son el nivel de fatiga y la urgencia. Tener un cerebro y cuerpo cansado eleva significativamente el riesgo de cometer errores en la vía pública.

Fuente: La Tercera