El Congreso despachó el martes la normativa que crea un Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones que permite detectar los excesos de velocidad, entre otras faltas.

La Cámara de Diputados y Diputadas despachó ayer a ley el proyecto que crea el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI), cuyo propósito es la detección de la velocidad excesiva de los vehículos y de la notificación de multas a los infractores, que busca aportar en la seguridad vial y en la prevención de accidentes de tránsito.

Mediante un sistema de red de dispositivos automatizados, la norma entrega las facultades al Ministerio de Transportes para que pueda detectar los vehículos que circulan a exceso de velocidad, durante restricción vehicular, a través de vías exclusivas y los que no respeten una luz roja.

A diferencia de los antiguos fotorradares, la recaudación de las multas se destinarán las áreas de fiscalización (85%) y el resto al Fondo Común Municipal.

Los lugares en donde se emplacen los dispositivos automatizados deberán estar señalizados.

Según datos del Ministerio de Transportes, el 29% de las personas que fallecen en este tipo de hechos se vinculan a episodios de excesos de velocidad.

Seguridad vial y fiscalización vehicular

Respecto a cómo CATI aportará a la seguridad vial, el gerente de Seguridad Vial de Mutual de Seguridad, Luis Stuven, explica que «el proyecto va a unificar el control de la ley de Tránsito».

El gerente de Movilidad y Políticas Públicas de Automóvil Club, Alberto Escobar, complementa lo anterior con una cifra. «En Chile seis de cada diez conductores reconocen exceder la velocidad máxima en ciudad».

Stuven añade que CATI aportará en la fiscalización vehicular, debido a que es un centro automatizado, por lo que no se dependerá del contingente de Carabineros para realizar este tipo de intervenciones. Así, «estamos cambiando una fiscalización realizada por Carabineros, que debe estar una cierta cantidad de horas en un lugar, en comparación a una fiscalización automática con una cámara que está captando los vehículos de forma continúa».

Escobar indica que la fiscalización con radares manuales está «obsoleto», ya que este método que no entrega la cobertura suficiente.

El gerente de Seguridad Vial de Mutual de Seguridad detalla que el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones no intenta sancionar a los conductores de vehículos. «Lo que se busca es anticiparse a la infracción. Esto quiere decir que las personas sean advertidas de la presencia de un radar, entonces (…) el objetivo es preventivo», dice.

Las claves

«Lo clave es la implementación», afirma Luis Stuven y destaca que quienes operan el sistema determinen infraccionar a los usuarios por violar la norma de forma leve, por ejemplo, cursar una infracción a quien comete un exceso de velocidad de 1 kilómetro por hora. Ante eso, advierte que «el sistema va a fracasar».

Sobre este punto, Escobar señala que los operarios de la central deben contar con un nivel de «tolerancia» en lo criterios que usan para infraccionar a los conductores. Por ello, también llama a que se realice una correcta instalación del sistema en la vía pública.

En España «cerca del 40% de las fotos que se obtienen terminaban en la basura y las infracciones no cursadas por diferentes motivos, como que no se veía bien la patente, no se alcanza a distinguir el auto o aparecen dos autos en la misma toma», ejemplifica Stuven.

Respecto a las zonas de instalación de la red, el gerente de Automóvil Club sostiene que con la ayuda de un «mapa de puntos negros», lugares donde frecuentemente accidente vehiculares relacionados a la velocidad. Por lo mismo, se busca «democratizar» las infracciones de tránsito, ya que todos los vehículos que circulen por esas zonas serán controlados.

En ese sentido, Stuven destaca que es importante que la ciudadanía confíe en el sistema y que quienes operen el sistema cuenten con criterios establecidos para infraccionar el exceso de velocidad.

«Otro punto clave es la notificación electrónica», asegura, y explica que las multas son recibidas por el conductor meses después de que cometió la falta, lo que provoca un cuestionamiento de este a la sanción. Además, reduce los tiempos de tramitación de la infracción.

Fuente: Emol.com