Por: Felipe Bunster, gerente general de Mutual de Seguridad

Tal como en el caso de la seguridad vial, el sistema de mutualidades da respuesta con cobertura del seguro en aquellos casos producidos a causa o con ocasión del trabajo o el trayecto; sin embargo, son riesgos que desde nuestro rol nos resultan muy difíciles de prevenir, de capacitar para enfrentarlos y, sobre todo, de erradicar.

En forma habitual escuchamos proyecciones del futuro en el trabajo, pero si miramos el escenario actual podemos decir que el futuro ya llegó para muchos trabajadores chilenos. No se trata solo de tecnología de punta, sino también de modos y formas de trabajar que la pandemia aceleró y terminó por consolidar.

El teletrabajo es uno de esos cambios cuya implementación, sin marcha blanca, nos obligó a “aprender haciendo” en esta nueva forma de trabajar y relacionarnos. Las videoconferencias y softwares colaborativos de trabajo en línea son algunas de las herramientas que antes nos parecían “supersónicas”, y que hoy se han expandido significativamente. Sin duda, esto demandó que la prevención de riesgos se trasladara al hogar, desafiándonos a identificar y prevenir accidentes del trabajo en la casa. Pasada la peor parte de la pandemia se ha dado cabida a la modalidad híbrida/presencial donde, sin duda, la labor de prevención debe continuar.

Otro cambio que trajo consigo la pandemia fue el aumento explosivo del delivery. En poco tiempo se consolidó un campo laboral que privilegia la flexibilidad y donde también dimos forma a un marco regulatorio innovador, que, entre otras cosas, contempla la posibilidad de cobertura de la seguridad social para este grupo de trabajadores a través de la cotización voluntaria u obligatoria establecida en la ley de independientes (N° 21.133) y una prevención de riesgos a través de celulares.

Sumado a lo anterior, la pandemia nos hizo evidente aquellas enfermedades asociadas a los riesgos psicosociales tales como la depresión, el estrés, culturas laborales agresivas o derechamente tóxicas. Según el informe “Felicidad Mundial 2022″ de Ipsos, el 53% de los chilenos se declara como una persona feliz/algo feliz, estando por debajo del promedio mundial y ubicándonos como el cuarto país con el porcentaje más bajo en este ámbito. Nuestro rol como mutualidades, en el ámbito de la prevención de los riesgos psicosociales laborales, busca promover un equilibrio entre la vida personal, social y laboral y frente al nuevo contexto resulta fundamental renovarnos y accionar aquellas medidas al interior de las organizaciones que nos permitan reducirlos de manera significativa.

No obstante, creo que como Mutual de Seguridad y como sistema enfrentamos dos grandes desafíos, el primero persiste desde hace años y, lamentablemente, sigue cada día más vigente: los accidentes de tránsito. En 2021, más del 60% de los accidentes con resultado de muerte con cobertura del seguro de accidentes laborales fueron ocasionados por este tipo de siniestros. La convivencia de distintos modos de transporte junto con normas como la ley No Chat ayudan a contener estos riesgos, sin embargo, vemos que no es suficiente. Se requiere del compromiso real de todos para evitar que sigan sucediendo. Como Mutual de Seguridad hemos avanzado en un programa de trabajo que involucra alianzas, acciones de sensibilización y un completo programa de gestión certificable, que, en conjunto con las empresas, nos permita bajar la frecuencia, pero, sobre todo, la gravedad de este tipo de accidentes.

Finalmente, no es posible dejar de mencionar el riesgo que representa la violencia a la que nos vemos enfrentados: “portonazos”, asaltos, agresiones y otros, son hechos que afectan a trabajadores. Tal como en el caso de la seguridad vial, el sistema de mutualidades da respuesta con cobertura del seguro en aquellos casos producidos a causa o con ocasión del trabajo o el trayecto; sin embargo, son riesgos que desde nuestro rol nos resultan muy difíciles de prevenir, de capacitar para enfrentarlos y, sobre todo, de erradicar. Frente a este desafío -que cada vez cobra más vidas- necesitamos de una fuerte alianza con el mundo público. Una trabajadora que regresa a su domicilio desde su trabajo y es acuchillada en la vía pública o un transportista cuyo vehículo es baleado a plena luz del día, ambos casos con cobertura del seguro de la Ley 16.744, pasaron de ser anecdóticos a preocupaciones que tenemos las mutualidades, los empleadores y los trabajadores, y desde donde la prevención requiere esfuerzos conjuntos con autoridades y organizaciones con las que tradicionalmente no trabajábamos.

Como Mutual nos sentimos orgullosos y motivados de trabajar para contener los nuevos riesgos de este nuevo mundo del trabajo, pero necesitamos una colaboración entre empresas, trabajadores, reguladores y aseguradores que puedan analizar el problema y buscar respuestas en su conjunto. No es fácil, pero tampoco lo fue en la década del 60 cuando se creaba el sistema que ha sido exitoso protegiendo a los trabajadores de Chile.

Fuente: La Tercera