La alta tasa de inmunización, sumado a que ya nos afectó una variante contagiosa, como la Gamma, son factores que podrían incidir en que una eventual tercera ola en Chile tenga características distintas que las anteriores.

Tras el aumento de los casos de covid-19 en las últimas semanas, junto a la positividad y otros indicadores, sumado al avance de la variante Delta –que hoy ya es la predominante en el país–, parece haber consenso entre los especialistas de que en los próximos días o semanas se espera un alza en la curva de contagios. Se habla de un nuevo «brote» o de una eventual «tercera ola».

En lo que hay menos claridad es en las características que tendrá esta eventual nueva ola en Chile. ¿Podríamos llegar al mismo número de casos y víctimas que en las anteriores?, ¿Quiénes serán los más afectados?, ¿nos protegerá esta vez la vacuna?

Emol consultó a distintos expertos sobre los escenarios más posibles ante una tercera ola y hay una cierta coincidencia en que es esperable que aumenten los casos –sin descartar incluso que, en un escenario pesimista, se llegue a los números anteriores–, pero que no se eleven en la misma medida las hospitalizaciones y los fallecimientos.

El Dr. Manuel Nájera, epidemiólogo y académico de la Universidad del Desarrollo, comenta que “hay hartas variables en juego para analizar” a la hora de proyectar cómo se comportará esta nueva ola, como la alta cobertura de vacunación que hay en Chile, el tipo de vacuna e incluso que ya fuimos afectados por otra variante altamente contagiosa, la Gamma.

«Lo que estamos viendo hoy día es que la variante Delta es la que está empezando a predominar (en Chile) y, habitualmente, cuando en los países la variante Delta supera el 30% (de circulación), los casos se disparan de golpe, pero son países que en ese momento no tenían la tasa de vacunación que tenemos nosotros ahora. Entonces estamos como en ese momento, estamos expectantes, porque somos ‘el’ país que ha recibido la variante Delta con la mayor población vacunada, pero también es una vacuna distinta», señala.

Hace ver, además, que los países donde que la variante Delta provocó estragos «son del hemisferio norte, y no habían tenido un brote previo de una variante como la Gamma (que afectó a Chile desde enero), que era bien transmisible también. Entonces no sabemos si la extensión del brote de la variante Gamma que tuvimos nos proporcione tal vez un cuidado frente a la variante Delta. Son todas interrogantes que tenemos de cómo se va a comportar».

«Es probable que nos pase algo parecido a Escocia»

Ante esto, el experto dice que hay varios escenarios posibles: “uno más leve; un escenario con harto caso y poco hospitalizado; o un escenario donde la vacuna no nos protege tanto y tenemos una ola pesada como las anteriores; ése es el peor escenario y uno espera que no ocurra”.

De todos ésos, cree que «lo más probable es que nos pase algo parecido a Escocia, un país con alta vacunación, en que hubo hartos casos, especialmente en personas no vacunadas, pero los pacientes graves, hospitalizados, fueron mucho menos que en las olas anteriores, cuatro veces menos de fallecidos y hospitalizados». Detalla que en Escocia «tuvieron una cantidad de casos bien parecida a la de las olas anteriores, pero no tuvieron por nada cerca la cantidad de fallecidos. Singapur también, con una alta tasa de vacunación, tuvo una cantidad de fallecidos bajísima comparada con el aumento de casos que hubo».

“Yo creo que ése es un escenario bien plausible dado lo que hemos visto en otros países. Pero tenemos una alta incertidumbre, porque es otro tipo de vacuna, estamos en otro clima, todas esas cosas pueden atentar a que sea distinto”, señala.

También comenta que en esos países “la trasmisión se ha reproducido principalmente en personas no vacunadas y en niños”, aunque en el caso de los menores dice que “no se ha visto que aumente la gravedad claramente; lo que sí, como hay más volumen de niños enfermos, puede haber más niños graves, pero solo por cantidad”.

«No deberíamos llegar a las cifras que tuvimos en junio»

En tanto, el Dr. Rodrigo Cruz, infectólogo de la Universidad de Valparaíso, señala que “la impresión de nosotros y la proyección que tenemos como centro de investigación es que, si bien esperamos que haya un aumento de los casos, creemos que este rebrote que vamos a tener no sea de una magnitud considerable y tampoco tenga un impacto como lo vivido anteriormente en el sistema sanitario, con las UCI casi colapsando”.

Esa proyección se basa principalmente en que “Chile tiene una población muy vacunada en estos momentos, además con distintas plataformas de vacuna, con dosis de refuerzo en la población de mayor riesgo y ampliando la vacunación a la población más joven. Y sabemos que las vacunas previenen la infección, la hospitalización y también la infección grave y, por tanto, el riesgo de mortalidad, incluyendo a variantes como la Delta”.

“Así que esperamos que, si hay un aumento del número de casos, no sea tan considerable como lo que ha sucedido en otros países, y que eso no debería ser acompañado de un aumento significativo de los hospitalizados y fallecidos, y que no tenga un impacto mayor en la ocupación de camas críticas en los distintos recintos hospitalarios”, señala.

También cree que es “muy poco probable” que lleguemos de nuevo a los 6 mil u 8 mil casos diarios. “(Será) mucho menos; no podemos saber el número exacto, pero sin duda no podemos llegar a esas cifras”, dice. Aunque remarca que en eso “también va a influir si seguimos usando las medidas de protección”. “Si seguimos utilizando la mascarilla, teniendo las precauciones y además tenemos una población ampliamente vacunada, no deberíamos tener las cifras que tuvimos en junio de este año o durante el año pasado”, señala.

Por su parte, el Dr. Jaime Sapag, académico del Departamento de Salud Pública y Medicina Familiar UC, indica que «viendo el conjunto de factores que están en juego –los atisbos de incremento que se han ido observando, la variante Delta circulando, el relajo de ciertas medidas, los encuentros durante estas festividades recientes–, es factible y probable que exista un incremento en el número de casos que pudieran dar origen a una nueva ola».

Agrega que “es difícil precisar cuál va a ser la magnitud de esta nueva ola; es posible, eventualmente, que sea menor en magnitud respecto a las anteriores, porque la cobertura de inmunización actual es mucho mayor de lo que teníamos meses atrás. Por lo otro lado, la población también ha ido aprendiendo a adherir a distintas medidas y eso puede ayudar a que el incremento máximo de esta ola sea menor, y ojalá también el efecto de la vacuna para quienes se infectan facilite que exista menor sintomatología, menor gravedad de los cuadros y menor riesgo de morir”.

“Por tanto, hay que cuidarse, reforzar las medidas de control y aprovechar este tiempo no para relajarnos, sino para prepararnos mejor para esta eventual ola de contagios”, señala el también director del Magíster en Salud Pública UC.

«Llama la atención que este brote (en Chile) ha sido como más leve»

El ex ministro de Salud, Dr. Jaime Mañalich, también se refirió al tema esta semana. Lo hizo en entrevista con Mega, donde comentó que “toda la experiencia mundial apunta a que nosotros deberíamos estar experimentando un tercer brote, por la variante Delta”.

“En muchos países que han tenido una muy buena vacunación –Israel, Reino Unido– han tenido esta experiencia de un aumento muy sustantivo de los contagios por la variante Delta. Sin embargo, a mí me llama la atención lo contrario, que es que teniendo ya casi nueve semanas de circulación comunitaria de la variante Delta –es decir, nos contagiamos dentro de Chile–, este brote ha sido como más leve. Con ocho semanas, en los dos brotes anteriores, ya estábamos en una cantidad de casos tremenda”, apuntó.

Dijo que “en ese contexto, yo creo que es bastante evidente que nosotros vamos a tener más casos, asociados a la variante Delta, pero también es altamente probable que estos casos no se traduzcan en un número significativo de hospitalizaciones y fallecimientos”.

“Hay que desagregar bien los nuevos casos –que yo creo que van a subir– de los casos que se hospitalizan y, eventualmente, los fallecimientos, porque lo esperable es que los fallecidos no suban en la forma en que sube el número de casos, precisamente porque este virus es menos letal que las variantes anteriores”, afirmó.

También subrayó que esta ola afectará en mayor medida a la población no vacunada. “En Arica, donde hay muchos caso de Delta, hay un solo caso conectado a ventilación mecánica y es un paciente no vacunado, porque Delta es una epidemia de los no vacunados. Y de allí la importancia y el mérito que ha tenido Chile en tener una campaña de vacunación tan tremenda que hace que el 80% de la población esté inmunizada” sostuvo.

Fuente: Emol.com