Los académicos destacan los números positivos de la zona -un 89,3% de su población objetivo vacunada con dos dosis y una positividad del 1% en los últimos días- pero ponen el foco en la definición del concepto para el análisis.

La región de Magallanes de ser una de las regiones más afectadas desde la llegada de la pandemia, a convertirse hacia marzo de este año en una de las regiones con una notoria baja de casos por covid-19 y liderando la tasa de vacunación. Hoy, la zona goza de positivos indicadores epidemiológicos que han vuelto a poner el foco en la ansiada «inmunidad de rebaño».

Magallanes fue la primera región del país en alcanzar un 80% de vacunados con primera dosis, hecho que fue reconocido por los subsecretarios de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac; de Salud Pública, Paula Daza, y el ministro vocero de Gobierno Jaime Bellolio el pasado 23 de junio, quienes llegaron directamente a la zona para valorar «el hito» en el proceso.

Esto, además, coincidió con la baja de casos reportados. Por entonces, la tasa de positividad promedio era del orden del 3%, pero el indicador sigue bajando. En los últimos 14 días (entre el 11 y el 28 de junio), fue de 2,5%, mientras que en los últimos siete días (entre el 11 y el 5 de julio) la media fue de 1,4%.

Según el reporte hasta el 9 de julio por parte de la Seremi de Salud de Magallanes, de una población objetivo de 141.033 personas, un 91,8% ha recibido la primera dosis (129.588 personas), y un 89,3% tiene su esquema de vacunación completo (126.009 personas). Bajo estos antecedentes, ¿se puede hablar de que Magallanes alcanzó la inmunidad de rebaño?

Depende de la definición

«Probablemente no, porque si hablamos de la inmunidad de rebaño absoluta, completa, es decir, que se vacunó a un número suficiente de personas para mantener el virus completamente bajo control, yo diría que la respuesta es no», sostuvo el doctor Miguel O’ryan en conversación con Radio Universo.

Agregó que «sin embargo, si uno dice que se ha vacunado a suficientes personas para que el virus haya disminuido en forma significativa y esté infectando mucho menos, o sea, que se produce un cierto grado de inmunidad de rebaño, pero no absoluta y total, yo diría que si».

Para Marcelo Navarrete, director médico del Laboratorio Covid de la Universidad de Magallanes (UMAG), el tema también tiene que ver con la delimitación. «Es importante considerar cómo uno define la inmunidad de rebaño. La definición técnica implica que la inmunidad de un grupo poblacional, protege a los que no están inmunizados, entonces para confirmar que ese hecho ocurre, debería cortarse la cadena de transmisión», y eso, según dijo a Emol, «ha sido complejo».

Incluso, desde la perspectiva epidemiológica global, también ha sido difícil, recuerda el también doctor en inmunología del plantel magallánico. «En países como Israel, por ejemplo, donde alcanzaron tasas de inmunización cercanas a rebaño, y tuvieron que ir hacia atrás, con aspectos como las variantes, entre otros».

Con todo, plantea que la situación que hoy vive Magallanes «es para estar optimistas y felices en comparación a como estábamos, pero todavía hay tomarlo con cautela (…) Parece que vamos hacia allá, pero todavía está por demostrarse que se ha cortado la cadena de transmisión, porque sigue habiendo casos, por más pocos que sean», agrega.

En la misma línea opinó O’Ryan: «esto no es negro o blanco, es un tema de que mientras más personas se vacunan, más barreras va encontrando el virus para encontrar a personas susceptibles, y más significativo va siendo el impacto en la disminución de casos globales en la población, vacunados y no vacunados».

Qué se necesita para lograrla

Entonces ¿qué se necesita para hablar de que se logró la inmunidad de rebaño? O’Ryan explica que «probablemente como han dicho varios, yo concuerdo con lo que han dicho varios, que con una vacuna con la efectividad que tiene Sinovac para la transmisión, que es cerca del 70%, habría que acercarse a la vacunación del 100% de la población».

Pero aún falta tiempo y recabar más antecedentes, dice el experto, especialmente para saber el verdadero impacto de la vacunación en la circulación viral, esto es «el número necesario (de vacunados) o cómo se da la dinámica entre infección y vacunación, para que efectivamente el virus pase a ser lo que hemos dicho, un virus endémico. Que circule como circulan otros virus respiratorios, a bajo nivel, con incremento en el invierno, y que va a ser perfectamente controlable».

«Lo más probable es que evolucione hacia una forma endémica, y sin duda, tenemos que encontrar mecanismos para que la ciudad vuelva a funcionar», complementó Navarrete.

Fuente: Emol.com