Más de siete millones de personas de este rango etario ya fueron inoculadas, quedando un millón 200 mil pendientes en el grupo. Expertos celebran los altos números de vacunación, que ya se acercan a los 11 millones de habitantes completamente inmunizados en nuestro país. Aun así, llaman a no bajar la guardia con las medidas de autocuidado contra el Covid.
La evaluación es transversal: ha sido una campaña de inmunización exitosa. De hecho, según el informe del Departamento de Estadísticas e Información del Ministerio de Salud, el 71,6% de la población objetivo mayor de 18 años ya cuenta con su esquema de vacunación completo, es decir, recibió las dos dosis de vacuna o, en el caso de Cansino, la monodosis correspondiente.
Ahora bien, al hacer el corte en los mayores de 40 años, la proporción sube considerablemente: más del 83,5% de las personas de este grupo ya terminó su proceso de vacunación. Se trata de siete millones cien mil personas de este rango, faltando un millón 400 mil para completar la población objetivo en dicho grupo, que totaliza 8,5 millones de beneficiarios.
Al desglosar los grupos, los datos evidencian que la respuesta de la población a la campaña ha comenzado a emparejarse. El rango de entre 40 y 49 años, que hasta hace unas semanas se estaba quedando atrás, ya se puso al día. Según los datos del Minsal, más de un 83,4% de la población de esa edad ya se inoculó una dosis, en tanto que el 74,6% completó el esquema.
Michel Serri, infectólogo de la Universidad de Chile, valora los avances en este grupo, ya que se trata de una población particularmente expuesta a los contagios. “El que la población mayor de 40 años esté llegando al 80% de vacunación, con dos dosis y, además, 14 días, es importante, ya que es una población que se mantiene laboralmente activa: que debe salir, que debe usar el transporte público, que tiene contacto con otras personas en el trabajo. Es una muy buena noticia para poder controlar la diseminación de la infección y poder evitar mayor cantidad de casos positivos circulantes”, afirma.
Mientras, en los grupos mayores de 50 años el avance de la vacunación es mayor. En personas de 50 a 59 años llega al 86,9%, en el grupo de 60 a 69 alcanza al 87,7%, y entre quienes tienen entre 70 y 79 se alcanza la mayor cobertura, con un 90,4%, y en mayores de 80 se cifra en 84,3%.
Con este avance en la campaña de vacunación, los expertos abordan el comportamiento de los contagios e infecciones graves en los próximos meses. Serri asegura que “lo bueno de que haya tantos vacunados en los tramos de 50 hacia arriba es que hay menos ingresados graves, y menos gente conectada al ventilador mecánico. Aparte, la Sinovac, que es la vacuna con la cual más de un 80% de la población se ha vacunado, es muy buena para evitar que la enfermedad derive en una infección grave”.
El decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Universidad San Sebastián, Carlos Pérez, señala que a pesar de los grandes números de vacunación, el resguardo contra el Covid debe continuar. “Hay que recordar que ninguna de las vacunas es 100% efectiva, y a medida que aumenta la edad, se produce un estado de inmunosenescencia, en el que la respuesta a las vacunas ya no es tan buena, o se puede ir perdiendo en el tiempo. Por lo tanto, el llamado es a que se sigan cuidando mucho, y que en el futuro de seguro van a recibir un refuerzo de la vacuna”, indica.
Y frente a la posibilidad de una inmunidad de rebaño, pese a la avanzada campaña, los expertos se muestran más cautos. Miguel O’Ryan, infectólogo del Hospital San Juan de Dios, plantea que “las vacunas que se están usando tienen un diferente grado de nivel de protección por infección. El tema es que hay que sacarse de la cabeza esto del 80%: hay que vacunar y vacunar y vacunar”, asevera.
Pérez, a su vez, mantiene una visión similar: “No es conveniente hablar de inmunidad colectiva o inmunidad de rebaño, que probablemente no se va a alcanzar con solo un 80%, debido a la transmisibilidad que tiene este virus, a las variantes existentes, a las diferentes eficacias. Vamos a tener que aspirar a un 100% de esa población vacunada, incluso con refuerzos a futuro”.
En tanto, en el grupo entre los 12 y 17 años, ya se están viendo avances. En el mismo informe del Ministerio de Salud se indica que se ha conseguido un 10,8% de la población objetiva en dos semanas, con 161.950 primeras dosis.
Ahora bien, aunque las vacunas no impiden las infecciones leves, la importancia de vacunar a los niños, señala Pérez, no va tanto en ellos, sino en la salud de los mayores con los que vivan. “Es importante que vayan incorporándose los niños de 12 a 17 años, que es el rango en que pueden recibir vacuna Pfizer, que está autorizada y demostrada su eficacia para este grupo etario, porque ellos pueden ser fuente de infección y transmisión a otras personas. La mayoría tiene cuadros leves, pero pueden transmitirlo a adultos”, afirma.
De todos modos, O’Ryan recalca que hay que avanzar de forma ordenada hacia la inmunización de los menores de edad, pero que no es una urgencia de este minuto: “Hay que entender que los niños se pueden infectar, pero se infectan menos que los adultos, y las infecciones graves en niños son muy raras a la fecha. La OMS no ha considerado que la vacunación de una población pediátrica sea una prioridad”, señala.
A pesar de estos avances, el mes de julio introdujo factores que parecen jugar en contra de la inmunidad que se busca. No se trata solo de la entrada al invierno, que de por sí viene con sus enfermedades respiratorias, sino también la aparición de la variante delta en Chile, coincidiendo con el desconfinamiento masivo en la Región Metropolitana.
Respecto de las condiciones de la estación, Pérez indica que “el invierno aumenta la transmisión de virus respiratorios, por las condiciones de mayor encierro, menor ventilación, más proximidad, pero eso es en tiempos normales, cuando la gente acude normalmente al trabajo o a los estudios. En la actualidad eso está más limitado, así que los contagios podrían ocurrir a nivel intradomiciliario principalmente”.
Coincide en esto Michel Serri, asegurando que en invierno “existe mucha más aglomeración en las casas, en actividades más cerradas por el frío y temperaturas más bajas, y espero que al tener esta gran población vacunada tengamos una menor circulación viral. Ya lo hemos visto, actualmente los casos están bordeando los 3.000 diarios, con positividad cercana al 7%, lo cual es un muy buen augurio para las próximas semanas”.
Respecto del desconfinamiento, Pérez llama a seguir cuidándose: “En la medida en que se van liberando las cuarentenas, obviamente pueden ir aumentando los contagios, especialmente entre las personas no vacunadas, y de ahí la importancia de seguir insistiendo en evitar las reuniones sociales que no son indispensables al máximo; evitar las salidas que tampoco sean indispensables, y mantener las medidas de autocuidado”.
“Probablemente pueda existir un aumento de casos durante las próximas semanas debido al desconfinamiento, pero con un mayor porcentaje de vacunación, por lo cual esto no debería significar la generación de una tercera ola”, asevera Serri.
El infectólogo de la Universidad de Chile, además, resalta la importancia de mantener un control de los viajeros que llegan al país, en miras a “una supervisión para que se cumplan las cuarentenas en los hoteles sanitarios de tránsito y así evitar la inseminación de las variantes, no solo la variante delta, sino la alpha y la gamma, que ya circulan en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos”.
Fuente: La Tercera