El grueso de los mayores de 60 años fue vacunado con CoronaVac, por lo que el aumento en la hospitalización UCI de este grupo viene a reforzar la propuesta de una tercera dosis. Expertos apuntan a los datos que se conocerán durante julio y que mostrarán cuánto dura la inmunidad en las personas. Ello, frente a la amenaza de la variante delta, ante la cual la vacuna china sería menos efectiva.
“La vacuna no tendrá un efecto rebaño hasta el 30 de junio del 2021″. Eso afirmó el ministro de Salud, Enrique Paris, el 18 de marzo pasado, cuando los casos Covid-19 comenzaban a subir en el país. Y aunque la primera meta, de vacunar al 80% de la población objetivo se cumplió hace poco más de una semana, los expertos ven compleja la posibilidad de lograr una inmunidad comunitaria.
¿La razón? Principalmente, que el “punto fuerte” de la vacuna del laboratorio Sinovac, CoronaVac, es evitar la hospitalización y los decesos. Y en menor proporción impide la transmisión o la enfermedad sintomática. De hecho, y acorde a la última actualización del monitoreo de efectividad de esta vacuna en el país -dirigido por el asesor del Minsal, Rafael Araos-, la vacuna cuenta con un 63,6% de efectividad frente al Covid-19 sintomático, un 87,3% para evitar la hospitalización, un 90% para evitar llegada a UCI y un 86,4% para evitar el desenlace fatal del virus.
El facultativo de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Mauricio Canals, advierte que “hay varias razones para no haber alcanzado aún esta inmunidad. Estamos llegando recién a más de un 60% de la población nacional vacunada con una dosis. A eso hay que sumarle un mes más para la segunda dosis, y otras dos semanas para que comience a hacer efecto en el sistema inmune. En total, habría que agregarle 6 semanas a esta meta y además considerar que como la efectividad de la vacuna más ampliamente utilizada está en el rango del 60%, eso aplaza aún más la meta de lo que podría asemejarse a inmunidad de rebaño. Si uno proyecta la línea de crecimiento de los verdaderos inmunes, eso recién se va a alcanzar alrededor de octubre. Uno no puede esperar que hoy se esté produciendo la inmunidad de rebaño. Puede ocurrir que localmente se produzca, como en Magallanes”, comenta.
Para el epidemiólogo de la U. de Chile, Gabriel Cavada, “la inmunidad de rebaño, como concepto estadístico que permite erradicar la enfermedad, yo la creo poco probable. Para que eso ocurra, como está la situación, tienes que, de partida, vacunar a toda la población, ya no basta solo con el 80%. Como tenemos estos antecedentes que de que la variante delta también ataca a los niños, tenemos que acercarnos al 100%, al menos”.
Si tiene que ver o no con la vacuna utilizada más ampliamente en el país, Cavada señala que “no tienes ninguna vacuna completamente efectiva para reducir transmisión, pero sí hay unas más efectivas que otra para ese fin, como las de ARN mensajero (como Pfizer). Pero las cosas hay que hacerlas bien, por parte. Antes de elucubrar con la tercera dosis -que yo creo que es inminente la decisión- hay que terminar los objetivos principales: los rezagados”.
La protección y duración de la inmunidad que entregan las distintas vacunas ha cobrado relevancia en las últimas semanas, tras la irrupción de la variante delta y luego del aumento de hospitalizaciones UCI que han experimentado en el país las personas mayores de 60 años.
Eso, pues distintos expertos y académicos han planteado que la inmunidad que entrega la vacuna de Sinovac podría estar decayendo en las primeras personas que fueron vacunadas en el país, es decir, los adultos mayores, que en febrero iniciaron su proceso de vacunación.
Otro dato sobre la mesa es la efectividad frente a las variables. Mientras Pfizer tendría una efectividad superior al 90% para evitar los casos graves de delta, de CoronaVac no se han entregado datos concretos. Eso sí, esta semana el portavoz del laboratorio chino planteó que el “efecto neutralizante” de la vacuna de Sinovac se reduciría tres veces frente al linaje indio.
Y acorde a los datos disponibles en el Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) del Minsal, el 95,5% de los mayores de 60 está vacunado con Sinovac, un 3,99% con Pfizer, un 0,42% con AstraZeneca y un 0,04% con CanSino.
Así, en la literatura médica, ya se ha descrito que a mayor edad, mayor es la inmunosenescencia -o envejecimiento del sistema inmune- de las personas. Además, un pre-print de un estudio clínico en Brasil, señala que frente a la variante P.1, predominante en el país, la respuesta de la CoronaVac disminuye a un 42% para el Covid-19 sintomático.
Con estos antecedentes, y antes de concluir alguna “pérdida” de la inmunidad en los vacunados, Cavada señala que es justo esperar el seguimiento a estos pacientes a seis meses. “Para saber cuál es el nivel de inmunidad que están teniendo, hay que esperar los resultados del estudio de la Universidad Católica si a seis meses tienes suficiente respuesta inmune”. Así, y de requerirse una nueva dosis, comenta que una ventana de tiempo ideal para volver a estimular al sistema inmune es de un año, “pero podría ser con una ventana de unos ocho meses, cuando estemos con los casos más controlados. Con ello se puede prevenir un crecimiento de los casos hacia el verano, se podrían atenuar, pero falta realizar estudios”.
Sin embargo, el facultativo no le quita mérito a haber llegado al peak de abril con una buena cobertura de la vacunación de la CoronaVac entre los adultos mayores. Según sus estimaciones, se podría haber registrado un 50% más de contagios durante el máximo de 9 mil casos si no se hubiese contado con las inyecciones.
Sin embargo, y de cara a la discusión de la tercera dosis, una opción es priorizar la inyección de refuerzos a los grupos más riesgosos, como adultos mayores y enfermos crónicos.
La epidemióloga y miembro del Consejo Asesor Covid-19, María Teresa Valenzuela, explica que la definición final recae en el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI), en conjunto con el Consejo Asesor en Vacunas (Cavei) y la Subsecretaría de Salud Pública. Aunque recalca que es importante, de aquí a las próximas semanas, “determinar cuál es la respuesta inmune en los vacunados; hace falta conocer aún qué rol juega la inmunidad celular (más a largo plazo) y la humoral con esta vacuna”.
Si es viable o no entregar una mayor protección con vacunas de ARN mensajero, como Pfizer o Moderna para los grupos en mayor riesgo, Valenzuela señala que “la respuesta que generan estas vacunas es mayor, la efectividad del ARN mensajero es superior a las vacunas Sinovac o como CanSino. Y el ideal sería colocar una tercera dosis con una vacuna que sea más efectiva para estos grupos más vulnerables. Pero en la práctica, no hay que obviar la disponibilidad de las vacunas en el mundo real, de cuántas de estas vacunas de ARNm podemos tener para nuestra población”.
Fuente: La Tercera