Unos 800 menores con distintos tipos de cáncer se incorporarían en el primer año de vigencia del Seguro para el Acompañamiento del Niño o Niña, Sanna. Así, la iniciativa, que daría permisos pagados a los trabajadores cuyos hijos estén afectados por condiciones graves de salud, comenzaría de forma gradual, según grupos de patologías.
Según cercanos al proyecto -anunciado por el gobierno en la cuenta pública de 2016 y cuyos detalles se espera conocer hoy-, este incluye cuatro tramos de vigencia. En el primer año se aseguraría a los padres de niños con cáncer, en el segundo se consideraría a los menores que reciban trasplantes de órganos y, en el tercero, a las familias de niños con enfermedades terminales. En el último período, en tanto, se incluiría a papás cuyos hijos padezcan secuelas graves de un accidente. Se estima que el universo de casos llegaría a cuatro mil menores.
Para financiar el seguro, el Congreso aprobó en abril la creación de un fondo y se definió que las mutuales pagarán estas licencias. Para ello, la norma extiende la cotización extraordinaria de los sueldos imponibles y decreta que, gradualmente, se destine una parte al Sanna. También se fijaron 60 días -que vencen el 28 de junio-para presentar un proyecto de ley que determine cómo operará el seguro.
Según cálculos iniciales, al cuarto año el fondo de Sanna tendría $ 12 mil millones, cifra que genera dudas. Ernesto Evans, presidente de la Asociación de Mutuales de Chile, dijo que apoya la iniciativa, pero que «si la cobertura es muy amplia y el número de casos muy grande, no vamos a tener suficiencia del fondo. Debería haber una garantía de que si se presentan problemas de liquidez, lo cubra el Estado». En tanto, diputados de la Comisión de Trabajo plantearon que esperan conocer hoy los alcances del proyecto y que confían en que su marcha será inmediata y no gradual.
Fuente: La Tercera