El tráfico de la Región Metropolitana es como una gran bocina que suena constantemente en los oídos de sus habitantes. Eso lleva a que el promedio de decibeles (dB) en 35 de sus 52 comunas sea superior a los 65 decibeles recomendados por la OMS como máximo para no ocasionar problemas de salud.

Es lo que se desprende del ‘Mapa del ruido’ realizado por ingenieros acústicos de la Universidad Austral de Chile, quienes durante un año testearon las calles de la capital (ver tabla), considerando solo el tráfico vehicular. En la RM, según datos del INE de 2015, circulan 1.877.667 vehículos.

Efectuado en conjunto con el Ministerio del Medio Ambiente, el estudio determinó que varias de las intersecciones con más alto nivel de ruido están en el eje de la Alameda, como las intersecciones con Matucana, con Manuel Rodríguez y la Plaza Italia: tienen entre 75 y 80 dB durante el día.

Además, las 5 comunas más ruidosas son Santiago, Maipú, Las Condes, Ñuñoa y Puente Alto. Mientras que las más silenciosas son Lo Prado, San Joaquín, Huechuraba, Lo Barnechea y Padre Hurtado.

Para saber cuál es el nivel de bulla en las afueras de su casa usted puede ingresar a life.mapcity.com. Escriba su dirección y pinche en la pestaña gris que se despliega en el ángulo superior izquierdo. Allí le aparece la cantidad de decibeles y las escalas de ruido según los colores.

Modelo matemático: la OMS establece un máximo de 65 decibeles de día y 55 de noche si se quiere disminuir los riesgos para la salud de las personas, explica Enrique Suárez, doctor en ingeniería acústica y director de la carrera en la U. Austral, quien fue el jefe del proyecto de medición.

Se utilizó’un método de modelación’, para lo cual en un software se incorporó’la cartografía del lugar (calles, edificaciones, curvas de nivel, etc.) y se caracterizó el flujo vehicular, según los vehículos fueran pesados, medianos y livianos, buses de locomoción colectiva, Metro y trenes interurbanos’, detalla.

‘El ruido que genera el flujo vehicular está caracterizado por un modelo matemático, que nos permite hacer la predicción del nivel según los datos que se ingresan’, agrega. Entre ellos están velocidad; porcentaje de vehículos, características de la superficie de rodado, etc.

Trabajaron un año en el estudio y realizaron mapas en tres horarios: de 7 a 19 horas; de 19 a 23 horas, y de 23 a 7 horas. ‘Para verificar que lo que estaba modelado era real se efectuaron mediciones puntuales con un sonómetro’, precisa.

¿Y los efectos?: según explica el doctor José Luis Pinto, otorrinolaringólogo de la Mutual de Seguridad, ‘la exposición a altos niveles de ruido puede producir hipoacusia o pérdida auditiva en el oído que ocurre de manera parcial’.

Las consecuencias se acumulan con el tiempo y ‘además de los factores ambientales, como los que incluye este estudio, hay que sumarles uso de audífonos o radios con volumen fuerte’, detalla. Las personas de más edad se ven más afectadas ‘porque al daño acumulado se suma a la pérdida de la audición normal por el paso de los años’.

El doctor Víctor Zárate, director de la Escuela de Medicina de la U. San Sebastián y especialista en salud pública, sostiene que el ruido además produce enfermedades asociadas al comportamiento, como ‘insomnio, irritabilidad, problemas de concentración y estrés. Y bajo estrés las personas actúan de forma agresiva’.

Menciona que el solo hecho de escuchar ruidos fuertes produce cambios fisiológicos en el ser humano, los cuales inciden en ‘alteraciones en las hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, que afectan el sistema inmunológico y cardiovascular y producen hipertensión’:

Para saber el nivel de ruido de su calle visite el sitio: life.mapcity.com.

 

Fuente: LUN