Geólogos, geofísicos, geoquímicos, entre otros, cumplen diferentes roles durante el proceso de exploración propiamente tal y se exponen a distintas exigencias preventivas
Las actividades de exploración son parte integral del trabajo que se realiza en el ámbito de la minería, sus características particulares generan una serie de riesgos y necesidades de sistemas de control que son diferentes a los que se observan durante el proceso de explotación.
Se debe considerar que los equipos de trabajo son de carácter multidisciplinario, como por ejemplo: geólogos, geofísicos, geoquímicos, entre otros, los que van a cumplir roles diferentes durante el proceso de exploración propiamente tal y se expondrán a distintas exigencias preventivas. En la medida que el trabajo de exploración se hace más detallado, también van surgiendo nuevos desafíos respecto del control de riesgos.
Dado que las actividades de exploración suelen ser de tipo temporal, es frecuente que los equipos se vean enfrentados a presiones para finalizar el trabajo en el plazo definido. En esta oportunidad se corre el riesgo de dejar de lado las exigencias que implica un trabajo seguro, pudiendo generarse accidentes. Dado que estas actividades se realizan normalmente en lugares alejados de centros de salud, las posibilidades de atención oportuna se ven seriamente limitadas, con los consiguientes efectos en la recuperación del trabajador afectado.
También es necesario considerar que las actividades asociadas al proceso de exploración se realizan al aire libre; por lo que los trabajadores se verán expuestos a las condiciones atmosféricas del lugar. Resultará relevante que estos cuenten con ropa que les permita protegerse del calor, frío, lluvia y nieve. Adicionalmente, los trabajadores se verán expuestos a un alto índice de radiación ultravioleta de origen solar, por lo que se debe considerar el uso de cascos de seguridad de ala ancha y bloqueador solar.
A esto se agrega que muchas de las actividades de exploración que se realizan en Chile implican trabajar sobre los 3.000 metros sobre el nivel del mar, por lo que los trabajadores se encontrarían expuestos a hipobaria intermitente crónica; por ende, deben contar con una salud compatible con esta condición del ambiente, conocer los riesgos, identificar síntomas, etc.
Otro elemento a considerar es que en muchos casos se requiere la habilitación de campamentos para que los equipos puedan alimentarse y pernoctar en las cercanías de las zonas de trabajo, lo que implica suministro de condiciones sanitarias y agua potable, refugio, alimentación, comunicaciones, etc. Además, es relevante considerar la ubicación y la observación de variables meteorológicas dependiendo de la época del año.
También es posible observar en esta actividad el uso de equipos de perforación, donde los operadores requieren contar con la formación y entrenamiento necesarios, no solo para cumplir con las tareas del cargo, sino que para realizarla de forma segura. La presencia de ruido y polvo son un factor importante de considerar, ya que en ambos casos se requiere una serie de medidas de control para evitar la exposición a estos agentes.
Estas medidas comprenden el uso de elementos de protección auditiva y respiratoria, las que deben definirse en función de los niveles de presión sonora que genere el equipo, la concentración de sílice existente en el lugar de trabajo, y el tiempo durante el cual el trabajador permanecerá realizando dicha tarea. Siempre se deben establecer medidas de ingeniería que permitan controlar el riesgo en su origen, por ejemplo, pantallas atenuadoras del ruido o sistemas de humectación para el control de polvo, etc.
En cuanto a los equipos, estos deben cumplir con normas de seguridad similares a cualquier otra maquinaria pesada; es decir, protecciones que cubran todas las partes móviles de la máquina y que las mangueras de aire de alta presión cuenten con fijaciones y cadenas de seguridad. Similar situación ocurre con el uso de explosivos los que solo deben ser manejados por personas que cuenten con la debida autorización, y mantenerse resguardados según lo establece el reglamento de seguridad minera.
En nuestro país el Reglamento de Seguridad Minera DS 132/2004, considera la exploración y prospección de yacimientos y labores relacionadas con el desarrollo de proyectos mineros como parte de su ámbito de acción; por lo tanto, todas las indicaciones respecto de seguridad -consideradas en dicho reglamento- son válidas para esta actividad, siendo además fiscalizadas por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
En la ACHS hemos estructurado un equipo de profesionales con una amplia formación en seguridad minera, cuyo objetivo es apoyar en forma permanente a las empresas, logrando de esa forma contribuir a que la minería, en cualquiera de sus etapas, logre erradicar los accidentes y enfermedades profesionales de sus estadísticas.
Columna de Arturo Cares, Gerente de Prevención de la ACHS
Fuente: El Mercurio