A comienzos de mayo el gobierno uruguayo firmó un decreto que prohíbe el consumo y la tenencia de alcohol, cannabis y cualquier otro tipo de sustancias psicoactivas durante la jornada de trabajo, tanto en el ámbito privado como en el público. Además, se permite a las empresas testear la presencia de estas sustancias y tomar sanciones en caso de detectar algún resultado positivo entre sus trabajadores. Se trata de un completo protocolo que responde a todas las posibles interrogantes del proceso.

Quién testeará, quién validará y qué se hará en caso de un positivo. Prevé, también, instancias de sensibilización, prevención y capacitación para el personal. En Chile la discusión de esta problemática no se ha instalado. Es increíble que los tres poderes del Estado no estén llevando adelante acciones en la materia, o que la comentada reforma laboral no mencione siquiera las palabras ‘alcohol’ y ‘drogas’, más aún cuando sabemos por estadísticas de la Asociación Chilena de Seguridad que casi un tercio de los accidentes laborales en nuestro país dan positivo a un examen de drogas.

Debemos contar con un Código del Trabajo que estipule y sancione conductas riesgosas por consumo de alcohol y drogas durante la jornada laboral, como existe en la mayoría de países desarrollados, e incluso en países vecinos como Perú. No se trata de hacer juicios de valor sobre el consumo de esas sustancias, sino simplemente de salvaguardar la vida de nuestros trabajadores y de quienes los rodean.

 

Carta de Patricio Labatut

 

Fuente: La Tercera