El Laboratorio de Ergonometría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile entregó su apoyo al proyecto de ley (boletín 8511) que reduce el límite de carga manual para trabajos pesados, aunque llamó a efectuar perfeccionamientos, en particular, diferenciando los distintos esfuerzos y poniendo atención a los factores que influyen en la labor, como por ejemplo, la frecuencia, distancia y el medioambiente.
Eduardo Cerca, doctor en ergonomía y académico-investigador del citado Laboratorio, planteó que la norma de los 25 kilos que propone el proyecto de ley (se rebaja de un límite actual de 50 kilos) considera bases generales internacionales ampliamente aceptadas y no cuestionadas, por lo que evaluó que los desafíos en esta materia están dados en otro ámbito.
«Es importante establecer procesos de análisis donde partamos por la identificación, evaluación, control de los factores de riesgo y seguimiento. A partir de lo anterior, necesitamos instrumentos técnicos que sostengan dicho proceso. Hoy tenemos experiencias que han corrido en paralelo, por ejemplo, la norma de evaluación de los trastornos muscoesquelético de extremidad superior, donde se ha logrado establecer un instrumento técnico que orienta la evaluación y permite establecer niveles (bajo, medio y alto), definir prioridades y periodicidad en la intervención», precisó.
Planteó que, bajo dicha perspectiva, la ley de manipulación manual de carga requiere precisar que el guarismo que se baja de 50 a 25 kilos vela solo por tres de las cinco posibilidades de manipulación de carga, esto es, elevación, transporte y depósito, quedando en otro plano los esfuerzos de empuje y arrastre, que son físicamente diferentes y donde se deben establecer otros límites kilogramos/fuerza.
Indicó que hoy existen instrumentos para evaluar el riesgo de manera más objetiva, que consideran factores del proceso, del entorno, frecuencia, distancia, ángulos de manipulación, altura, sistema de agarre y posturas. Sobre la base de estas variables, acotó, se puede determinar el límite de peso real recomendado para cada labor.
Planteó la necesidad de establecer protocolos de aplicación del instrumento y una obligatoriedad de hacerlo, «de modo que exista un denominador común, donde los diferentes actores evalúen y analicen con los mismos instrumentos y lleguen a acuerdos a partir de esos instrumentos».
Fuente: Cámara de Diputados