De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Consumo Alimentario, solo el 5% de la población cumple con un índice de alimentación saludable, mientras que el 95% requiere cambios.

Paulina Sazo, product manager de Alimentos de Fundación Chile, asegura que las familias chilenas han cambiado sus hábitos alimenticios en los últimos años, principalmente, porque existe una mayor capacidad de compra, sobre todo en los grupos de menores ingresos, los que tienden a aumentar el consumo de comida con alto contenido energético.

«De esta manera se ha desplazado el consumo de productos tradicionales mínimamente procesados como las frutas, verduras, guisos y legumbres por productos altamente procesados con mayor densidad energética, mayor cantidad de grasas saturadas, azúcares y bajos en micronutrientes y fibra dietética. Un ejemplo de ello es el alto consumo de bebidas azucaradas, donde hoy el consumo promedio en Chile es de 290 cc diarios, siendo el tercer alimento que más gastan los chilenos», explica la especialista.

Falta de interés

Existe un amplio consenso entre los chilenos sobre los conceptos de nutrición vinculados a una alimentación saludable, como tener horarios establecidos para las comidas así como consumir frutas, verduras, pescados y legumbres. Sin embargo, las conductas muchas veces no reflejan estos conocimientos y, por el contrario, existen actitudes de cierta parte de la población que generan rechazo hacia los alimentos saludables.

Según el tercer volumen del Estudio Chile Saludable realizado por Fundación Chile en conjunto con GfK Adimark, una de las principales barreras a la vida saludable es la escasa preocupación de los chilenos por proteger y monitorear su salud. El 38% se realiza chequeos médicos cada cierto tiempo y el 39% se preocupa de las enfermedades que pueden provocar los alimentos que consumen.

En este contexto, de acuerdo a lo señalado en Chile Saludable, se puede observar que 4 de cada 10 chilenos prefiere la comida sabrosa por sobre la comida sana, lo que refleja que no consideran que la comida sana pueda ser sabrosa. Por otro lado, el 43% de la población cree que comer saludable es comer solo ensaladas, mientras que el 38% declara que una alimentación saludable implica poner restricciones en su vida y un 21% considera que los alimentos saludables son aburridos y desabridos.

¿Qué impide tener una vida saludable?

La agitada vida moderna provoca que la población cambie sus hábitos de vida. El sedentarismo, las horas dedicadas a ver televisión, el estrés, el tabaquismo y la obesidad son algunos de los peligrosos hábitos que hoy dirigen a las personas a padecer enfermedades crónicas no transmisibles. Por esta razón, el estudio Chile Saludable también identifica los obstáculos que enfrentan los chilenos para tener una vida sana.

El documento decreta que el sedentarismo y el sobrepeso son barreras transversales en la sociedad chilena. El 62% reconoce que no realiza ningún deporte o actividad física y, además, el 47% declara tener sobrepeso. Estos datos refuerzan los alarmantes resultados que arrojó la Encuesta Nacional de Salud, publicada por el Ministerio de Salud en 2010, que indica que el 67% de la población chilena presenta exceso de peso.

Otro aspecto que se destaca en el estudio es la contradicción de los chilenos entre sus aspiraciones y lo que realmente hacen. Un 59% de los chilenos considera que lleva un estilo de vida muy saludable; sin embargo, el 42% fuma tabaco, el 59% consume alcohol y el 41% ingiere comida rápida.

«La identificación de las barreras para que los chilenos tengan una vida sana nos permite conocer los estilos de vida y necesidades de la población. Gracias a esta información, podemos enfocar las prioridades en educación y desarrollo de productos alimenticios para enfrentar los desafíos de nuestra sociedad: de reducir los niveles de obesidad y fomentar los estilos de vida saludables» afirma la experta de Fundación Chile.

 

Fuente: El Mercurio