La sociedad ha ido evolucionando en línea con los avances tecnológicos, de lo cual la organización del sistema laboral no ha quedado excluida, incorporando sus beneficios y asumiendo los desafíos asociados a la evolución. Hoy la comunicación instantánea (telefonía móvil, mail y redes sociales) y los altos niveles de competitividad, hacen difusa la línea entre la vida personal y laboral, por lo que son más frecuentes jornadas de trabajo extensas, mayores los factores de riesgo psicosocial y el estrés.
El estrés asociado a lo laboral es una problemática global según la OIT, que afecta a todas las profesiones y oficios, y que tiene muchos impactos a nivel país. Es por eso que este 28 de abril cuando se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, este problema tiene un espacio preponderante en favor de la salud y bienestar de todos los trabajadores.
Un estudio del Minsal concluye que un 40% del ausentismo laboral es causado por estrés laboral, mientras que datos del Hospital del Trabajador reflejan que los casos de neurosis laboral – entre 2000 y 2007- subieron 300%.
No obstante, el origen del estrés en una persona depende de una serie de variables, muchas de las cuales no están asociadas al trabajo, problemas familiares, económicos o por complejidades propias de la sociedad actual, entre otras. Es por esto que es clave abordar el tema, aunque sea parcialmente desde el ámbito laboral, considerando que la OCDE reconoce que hacer frente a la salud mental de la población activa es un aspecto fundamental para el éxito del mercado laboral y las políticas sociales.
Los empleadores deben ser conscientes de los efectos negativos de los factores de riesgo psicosocial, como una sobrecarga de trabajo o un desequilibrio de recompensa por el esfuerzo realizado, entre muchos otros aspectos que amenazan la salud mental. Asimismo los trabajadores también tienen responsabilidad y particularmente en la prevención, tanto en su propio cuidado al ejecutar sus tareas como en un rol fiscalizador.
La mayoría de las iniciativas sobre gestión del estrés siempre han apuntado al asesoramiento individual, pero se requiere incorporar una mirada más amplia que avance hacia respuestas innovadoras y eficaces mediante la adición de medidas colectivas, así como lo plantea uno de los pilares que la OIT busca levantar hoy en materia de prevención del estrés laboral.
Para responder al estrés, lo ideal es prevenir abordando las causas del problema, por lo que el desafío se suscita debido a que son muy variables los riesgos que pueden desembocar en su aparición. Como nuestro afán no es caer en la megalomanía, no podemos pretender remediar todas estas aristas, pero si nos enfocamos en los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo, donde las personas pasan buena parte del día, entonces tendremos efectos positivos en todos los otros contextos.
Si el objetivo es lograr implementar un programa de prevención del estrés laboral, lo primero es identificar los factores de riesgo, la evaluación del desempeño profesional y la organización del trabajo.
Y para tener buenos resultados, es crucial que los trabajadores y sus representantes participen activamente en el proceso, identificando aquellas fuentes de riesgo psicosocial que consideren sean la causa de estrés innecesario. Pero no hacerlo una vez o dos, sino de forma sistemática. Los empleadores y los dirigentes laborales deben instar a los trabajadores a que se expresen sobre cualquier situación que pudiera estar causando estrés. Aunque parezca pequeña, aunque quieran creer que ya están acostumbrados.
Cada 28 de abril, este organismo celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. El propósito es seguir promoviendo la prevención de accidentes y enfermedades profesionales, a través de una campaña de sensibilización cuyo objetivo es centrar la atención a nivel internacional sobre las nuevas tendencias en este ámbito.
Hoy se eligió el estrés laboral y no por nada. Pasan los años y vemos cómo éste sigue aumentando. La prevención de los accidentes laborales y las enfermedades profesionales, la promoción de una vida laboral sana y el establecer una cultura de prevención es una responsabilidad compartida entre los gobiernos, los empleadores y los trabajadores.
Columna de Ernesto Evans, Presidente de la Asociación de Mutuales A.G.
Fuente: Cooperativa