«Hay enfermos infartados que tienen que viajar a operarse a Antofagasta por vía terrestre, lo que es una aberración (…). Además, tenemos un solo cirujano infantil que, si se va de vacaciones, no tenemos más qué hacer. Hemos golpeado todas las puertas y nadie dice nada», afirma Víctor Manuel Vera, presidente del Consejo Regional del Colegio Médico de Arica, una de las regiones que cada día deben lidiar con la escasez de especialistas en distintas áreas de la salud.

La situación es particularmente alarmante en esta zona, donde según cálculos del gremio, faltan al menos 25 médicos, entre ellos pediatras, ginecólogos, y traumatólogos.

El panorama es igualmente preocupante en el otro extremo del país, en la ciudad de Punta Arenas, donde esta semana dimitió el único oncólogo infantil de todo Magallanes, y dejó en evidencia lo vulnerables que son algunas localidades ante la escasez de profesionales.

Mientras en algunas zonas del país faltan médicos, en otras son tan pocos que el solo hecho de que uno tome vacaciones o se enferme pone en riesgo la capacidad de atender a los enfermos.

«En Magallanes hay especialistas y tenemos infraestructura nueva que es la envidia de otras regiones. Pero, si se va un médico, quedamos completamente en cero. Eso va a seguir pasando, porque si no hay una buena política de incentivos, el Estado va a seguir al debe con la salud pública», afirma el doctor Gonzalo Sáez, presidente del Consejo Regional del Colegio Médico en Punta Arenas, quien detalla que la región solo tiene un especialista broncopulmonar, un dermatólogo y un infectólogo.

La historia se repite con otras especialidades. En la Sociedad de Anestesiología de Chile, dicen que los facultativos de esta especialidad escasean en las regiones de Antofagasta, de Atacama, de O’Higgins y del Maule, al igual que en hospitales periféricos de las regiones Metropolitana, de Valparaíso, del Biobío y de La Araucanía.

Mientras que en la Sociedad Chilena de Pediatría, afirman que prácticamente no existen médicos de esta especialidad en ciudades de menos de 10 mil habitantes. Ahí coinciden en que faltan incentivos (ver recuadro).

Déficit país

La última estimación del Ministerio de Salud es que existe un déficit de 3.794 médicos especialistas en el país. Todos estos profesionales requieren, en promedio, más de diez años de estudio, lo que hace difícil la incorporación rápida de nuevos especialistas al sistema.

«Las fórmulas que se están aplicando para llevar médicos a las zonas extremas no están funcionando. Es momento de abordar la problemática con una lógica integral», dice Carolina Goic, senadora DC por Magallanes, donde siete niños tendrán que ser trasladados a Valdivia y Santiago para continuar con su tratamiento.

El ministro (s) de Salud, Jaime Burrows, dice que «en las zonas extremas hay que poner especial preocupación, pues muchos pacientes terminan siendo derivados». Añade que están trabajando en el perfeccionamiento de los incentivos y que, por ahora, pueden resolver el tema con rondas médicas y telemedicina.

Arribo de extranjeros

Si bien muchos médicos extranjeros han llegado al país interesados en llenar los cupos vacantes en el sistema público, Guillermo de la Paz, presidente del Consejo Regional del Colegio Médico de Copiapó, cree que se deben «reforzar» las exigencias para especialistas que no han validado sus títulos.

No solo eso, sino que estos también son tentados por las mejores ofertas laborales. «Los extranjeros han alivianado la escasez, pero esta es una región lejos de todo, donde cuesta atraer profesionales. Y quienes vienen se quedan en la atención privada», advierte el profesional.

Su opinión es compartida por el doctor Franklin Fournier, presidente del Consejo Regional del Colegio Médico de Aysén.

«Nuestro mayor problema son las especialidades básicas, pues, por ejemplo, no tenemos internistas, cirujanos y pediatras para cubrir los turnos. Eso significa turnos dobles o triples para muchos colegas», explica.

 

Fuente: El Mercurio