Pese a la abultada batería de proyectos que el Gobierno dejó pendiente para marzo, la reforma al sistema de pensiones que se anunció desde el comienzo del trabajo de la Comisión Bravo seguirá su curso normal, y durante este año mantendrá el foco de los ministros vinculados al sistema previsional en sacar una ley a corto plazo antes que finalice el primer semestre.

El comité de ministros, convocado por la Presidenta Bachelet tras la entrega del informe de la comisión, inicio en diciembre un trabajo marcado por la difícil misión de conjugar en un solo proyecto propuestas que puedan ser implementadas de manera inmediata y que tengan viabilidad económica en molo de un escenario complejo desde el punto de vista de los recursos del Estado.

Pese a que la primera reunión de los secretarios de Estados fue básicamente informativa donde se detalló parte del informe de la instancia liderada por David Bravo, algunos de los integrantes del comité han mostrado una mayor cercanía a las propuestas vinculadas al reforzamiento del pilar solidario, en cuanto al aumento de la pensión de este tipo y de la cobertura hacia el 80% de la población, lo cual, sin embargo debe ser analizado desde el punto de vista del gasto fiscal.

Durante este viernes se concretó el segundo encuentro donde los ministros recibieron el primer informe de los equipos técnicos de cada ministerio con un análisis de las propuestas y describiendo su grado de viabilidad. Al finalizar el encuentro, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón no quiso entregar detalles, y escuetamente indicó que «seguimos trabajando

Para los expertos las prioridades de esta ley corta deben estar centradas en la urgencia que cebe tener el implementar estos cambios, y una de esas es precisamente el fortalecimiento del componente solidario del sistema, que concuerdan, es el ajuste más relevante que se hizo en la reforma de 2008. Según el mismo presidente de la comisión, David Bravo, se deberían incluir siete de las 58 propuestas de la comisión como medidas urgentes, entre las que cuentan el aumento de la Pensión Básica Solidaria y la Pensión Máxima con Aporte Solidario en un 20%, a&más de un incremento en la cobertura de éste al 80% de la población. Además, de establecer una gradualidad en la cotización a independientes. «Estas medidas prioritarias debieran abordarse ahora, y donde la disponibilidad de recursos fiscales debería determinar el horizonte donde se implementarían».

Según el CEO de Felices y Forrados, Gino Lorenzini, la ampliación del pilar solidario sólo podía ser aplicada si en la ley corta se incluyera la idea de un préstamo de reconocimiento que el Estado otorgaría a las personas que tienen en su cuenta individual, ahorros por menos de $50 millones. «Se asume que las personas rentan en promedio anual un 5% y todos los años que se rente más del 5%, eso es una ganancia del préstamo de reconocimiento y por lo tanto al momento de fallecer el Gobierno recibe esa inversión», indica Lorenzini.

Además, sostiene que este proyecto a corto plazo debe incluir la devolución de riesgo de pérdida a las administradoras. «Que las AFP vuelvan a hacer gestión de riesgo y que ellos se comprometan a evitar las pérdidas. Creo que es inminente una crisis como la de 2008 en términos de rentabilidad de los fondos durante este año, hay un 50% de probabilidades que exista. Por lo tanto, más que nunca esta ley corta, ojala se enfoque en devolverle el riesgo de pérdida a las AFP para que estas disminuyan todos los multifondos al mínimo de riesgo», recalca.

Para la integrante del consejo consultivo previsional, Mónica Titze, en la ley debe incluirse el aumento de la tasa de cotización y de la edad de jubilación e incorporar a los trabajadores independientes. «Dado que son medidas potentes tienen que ser graduales y ya deberíamos tener una ley que fije la fecha de estos aumentos, pero es urgente hacer esos cambios», indica.

No obstante, otros analistas señalan que el foco debería estar en lo que los cotizantes esperan de su monto de pensión. El economista y académico de Clapes UC, Salvador Valdés específica que el Gobierno &be hacerse cargo de la ambición de pensiones que tienen las personas y que dice, está muy por encima de los montos que reciben los países desarrolladas. «La propuesta es que en la ley corta se prevea de inmediato una obligación a las administradoras para destinar recursos en cierta cantidad mínima para hacer campaña y educar a los afiliados y trabajadores sobre cuál es la ambición de pensión que tienen respecto a los estándares países más ricos y que es mucho menos de lo que ellos creen como proporción de los últimos sueldos», dice Valdés.

Desde ese punto de vista, el análisis del académico apunta a que la prioridad dentro de la ley corta debe ser enmendar «el dañó y las falencias de la reforma de 2008, reparando el reajuste atrasado de las pensiones respecto a los salarios que se quedaron atrás entre 10% y 15%, dependiendo de cómo se mida, hoy la pensión básica debería reportar $10.000 más todos los meses». Por eso dice que la ley corta debe estar circunscrita a «algo específico y concreto», por lo que afirma que hoy no es viable tener dos medidas que suban la pensión solidaria, porque es «demasiado caro y fiscalmente inviable».

FACTIBILIDAD

La priorización legislativa en otros proyectos, han hecho nuevamente plantearse la inquietud de si la reforma previsional podrá llevarse a cabo en plenitud en lo que queda de este gobierno. Sin embargo, los expertos consi&ran, que al menos en la ley corta, las medidas podrán implementarse.

Según Titzé, es inevitable que esta ley corta se produzca este ario. «Tiene que venir. Son cambios donde ya los estudios están hechos por tanto los legisladores saben de qué se trata, entonces no debiera ser un proyecto que demande demasiado trabajo», asegura.

Valdés también coincide en que se podrán implementar las medidas, dado que sólo hubo en este periodo un atochamiento legislativo «que se va a liberar entre abril y mayo, por tanto el comité de ministros cuando entregue su propuesta en junio va a llegar en un momento oportuno y ahí tendrá que competir en prioridades legislativas con otros proyectos, pero no hay que confundir el actual momento con el que se va a producir cuando ingresen la iniciativa».

 

Fuente: Estrategia