Desde su apertura, en octubre pasado, la farmacia comunal de Recoleta ha entregado medicamentos a 300 vecinos del sector, con un tiempo promedio de espera de un mes, desde que se ingresa y evalúa el caso, hasta que la persona obtiene el producto.

Así lo aseguró Fares Jadue, director de Desarrollo Comunitario de Recoleta, quien explicó que 1.200 residentes se han inscrito y la mitad de ellos ya han sido evaluados socialmente, lo que les permite participar del modelo, en el que el municipio intermedia con la Central Nacional de Abastecimientos (Cenabast) y los laboratorios, para obtener remedios a precios más bajos.

“Creemos que una vez que tengamos el proceso más afinado, la entrega será bastante más periódica”, dijo Jadue, quien agregó que con Cenabast han obtenido rebajas que van desde “un 30% a un 800% y a veces más”.

Con los laboratorios privados, Jadue sostuvo que los ahorros más significativos van de un 30% a un 40% respecto del valor del mercado. “La experiencia ha sido tanto buena como mala. Tenemos algunos con los que hemos establecido una relación, pues para ellos es una experiencia nueva como programa social”, planteó.

Para ampliar el acceso a productos y agilizar entregas, el municipio busca ampliar el permiso del Instituto de Salud Pública para fraccionar medicamentos y acceder a los productos que Cenabast compra en formato clínico y dispensarlos en dosis unitarias a los vecinos. Hoy, Recoleta puede adquirir sólo un tercio de los productos que compra la entidad estatal, pues los restantes se comercializan a granel para hospitales, por lo que no poseen el rotulado requerido para una farmacia.

Otra medida es hacer una licitación a fin de año, con recursos de entre $ 100 y $ 150 millones. “Sería un contrato en que, según los laboratorios que liciten, nos permitiría pedirles productos permanentemente y las entregas serían en el más breve plazo”, añadió Jadue.

A la fecha, según Cenabast, se ha entregado 37 tipos de medicamentos a Recoleta, por un total de $ 2,6 millones.

Farmacia en la oposición

Ayer, la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato (UDI) abrió la segunda farmacia comunal del país y la primera correspondiente a un partido de oposición. El recinto beneficiaría a 250 mil inscritos en consultorios de la comuna, con un stock de 140 medicamentos y productos clínicos, entre estos, leches especiales y apósitos para adultos.

“Cumplimos la promesa, lo que nos hace estar muy contentos. Hemos comprobado los precios y son significativos, tendremos el stock suficiente y estaremos renovando con nuevos que vayan solicitando los vecinos, estamos en marcha blanca”, dijo la alcaldesa.

La ministra de Salud, Carmen Castillo, dijo que “más allá del tema político, la importancia que tiene para la comunidad es la entrega de un beneficio a través de las facultades de los municipios, por lo tanto estamos muy felices”.

A diferencia del proyecto de de Recoleta, éste beneficia sólo a usuarios de Fonasa, lo que fue criticado por Jadue: “Viña del Mar lo que hace es potenciar la misma línea de farmacia que existe en la atención primaria de salud, que no tiene que ver con la población en general, sino con la población per cápita, la gente que tiene en el sistema de salud”.

Además, Jaime Espina, jefe del Departamento de Operaciones Comerciales de Cenabast, dijo que los municipios de Independencia, Huechuraba, Maipú y Recoleta están trabajando en definir la demanda y que otros 20 han pedido información sobre el modelo. “Lo que estamos haciendo es diseñar una canasta especial para las farmacias comunales, para que tengan la mayor cantidad de productos del petitorio mínimo durante el transcurso de 2016”.

Ayer, también tuvo su primera sesión la comisión de diputados que indagará el rol de Estado en la compra de medicamentos y el acceso a ellos por la población, así como el funcionamiento de Cenabast.

 

Fuente: La Tercera