En el año 2000, de los 248.893 niños que nacieron el país, 4.272 fueron fruto de un embarazo múltiple (gestaciones dobles, triples o más). La cifra representó el 1,7% de los nacimientos que se consignaron ese año, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Para 2013, de los 242.005 nacimientos (tras una caída de 3% en las cifras de natalidad), 4.859 niños nacieron fruto de un embarazo múltiple, es decir, el 2% de los nacimientos del país, y que comparativamente con el año 2000, representa un alza de 13,7%.
Jorge Carvajal, gineco-obstetra de Red de Salud UC Christus dice que esta tendencia se debe al retardo de la edad en que las mujeres se embarazan. A mayor edad, aumentan las tasas de infertilidad por lo que es necesario usar técnicas de fertilización asistidas que aumentan los embarazos múltiples, explica.
“Las madres están postergando la maternidad y muchas requieren apoyo y estos tratamientos generan más embarazos múltiples”, admite también Andrés Pons, gineco-obstetra y jefe del Centro de Vigilancia Materno Fetal de Clínica Las Condes. Probablemente, agrega, también se debe a que hay más acceso a tratamientos de fertilidad porque hay más centros que realizan este procedimiento y los precios ya no son tan prohibitivos como hace diez años. “Si el tratamiento fuera cubierto por Fonasa e Isapres seguramente crecería más el número de embarazos múltiples”, señala Pons.
Ricardo Pommer, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Monteblanco, hace una diferencia. Según él, la principal causa del fenómeno está relacionado con la estimulación ovárica y no con la fertilización invitro. Cuando existen problemas de fertilidad, generalmente se indican fármacos que estimulan al ovario a liberar óvulos. En la fertilización invitro, estos se sacan y se tratan en el laboratorio para fecundarlos y en la mayoría de los casos, se implanta uno y se criopreservan otros para embarazos posteriores, con lo que se controla el número de embriones que se desarrollarán.
Sin embargo, tratamientos como la fertilización invitro sin criopreservación y las relaciones sexuales programadas (coito dirigido), no controlan la cantidad de embriones tras la estimulación, porque se privilegia el éxito del procedimiento ante la posibilidad de que no todos se desarrollen.
“El problema es que muchas mujeres se automedican porque existe un fármaco que se vende sin receta. Se toman la pastilla y no se hacen el seguimiento para ver en qué etapa de la ovulación están. Muchas ni siquiera son infértiles, pero prefieren apurar el embarazo”, dice Pommer. “Para los centros de fertilidad serios y acreditados, además de la tasa de embarazo, otro dato para medir la excelencia es la cantidad de embarazos múltiples. Menos del 1% de embarazos de trillizos habla de un centro de excelencia”, agrega.
Espontáneos
Según Carvajal, sobre los 35 años aumentan también los embarazos múltiples espontáneos. Se sabe, dice, que a mayor edad aumenta también el riesgo estadístico de ovular dos veces.
Juan Víctor Valdivia, ginecólogo de Medicina Materno Fetal de Clínica Alemana, explica que se ha asociado el uso prolongado de anticonceptivos con hormonas (orales, parches o anillo) que provocan disminución de la ovulación, pero un aumento cuando se dejan de usar. “Se cree que este escape ovulatorio ocurre porque se ‘suelta el freno hormonal’. Pero no se sabe cuánto tiempo dura tras dejar los anticonceptivos. Son asociaciones que no están muy claras de por qué”, dice.
Todos los embarazos múltiples se consideran de alto riesgo, independiente de la edad de la mujeres y los embarazos generados a través de fertilización asistida también, incluso si son únicos, porque hay más riesgo de hipertensión y porque muchas mujeres que requieren este tipo de ayuda, ya tienen hipertensión cuando se embarazan. Sumados los dos, probablemente estamos ante embarazos más riesgosos, dice Carvajal.
La buena noticia, agrega, es que Chile está a la vanguardia en tecnologías de reproducción asistida por lo que la posibilidad de embarazo en casos complicados aumenta.
Pero los embarazos múltiples también aumentan el riesgo de parto prematuro y eso también se nota. “Las unidades de neonatología están llenas. Siempre se hace lo posible para que estos embarazos lleguen a las 37 semanas, pero no siempre se puede. Si se adelantan, son al menos dos cupos que se requieren en forma inmediata. Este fin de semana, en dos partos ya tuvimos cuatro niños hospitalizados”, cuenta el doctor Valdivia.
Fuente: La Tercera