Más de cinco horas duró la intervención quirúrgica a la cual fue sometido León Smith, el pequeño de cuatro años que ayer recibió un corazón artificial que le permitirá resistir a la espera de un trasplante definitivo. El procedimiento, que resultó ser un éxito, fue realizado por médicos especialistas europeos, quienes llegaron a Chile con las dos bombas que finalmente fueron instaladas en ambos lados del corazón de León, y no una como se tenía pronosticado. La decisión se tomó a última hora, pues se verificó que el corazón del niño estaba completamente dañado.

“Es un pasó más. El tema sigue, él va a estar todavía sedado un par de semanas. Mi sueño era poder verlo despierto el día 24 porque a él le gusta mucho la Navidad. Hizo su árbol de Pascua el 13 de noviembre. Disfrutó su arbolito y mi sueño era que hubiera estado despierto el día de Navidad, pero este es mi mejor regalo”, dijo Myriam Angulo, madre del menor, apenas terminó la operación. Antes de que León ingresara a pabellón, sus padres entraron a su pieza, donde conversaron con él y le dieron fuerza para enfrentar la cirugía.

“Llegamos a llenarlo de besos y a decirle cuánto lo queremos. Esta operación es lo que estábamos buscando, por lo mismo estamos contentos, porque era lo que mi hijo necesitaba. No podía esperar un día más”, dijo a La Hora Juan Guillermo Smith, padre del menor. Hace cuatro años que esta familia dejó Osorno para realizar el tratamiento de León en Santiago. El niño había sido diagnosticado, cuando apenas tenía un mes de vida, con una miocardiopatía dilatada. El impulso para tomar la decisión vino de Gonzalo Cruzat, padre de Felipe, un niño que murió esperando un trasplante de corazón.

“Lo llamé en ese entonces y él me dijo exactamente qué tenía que hacer, cuál era el médico, la empresa aérea que podía traer a mi hijo y qué seguros tenía que activar. En el fondo él me dio la hoja de ruta para salvar a mi hijo. Fue inmensamente generoso”, recuerda Juan Guillermo Smith.

Durante tres años y medio León fue tratado con medicamentos, pero en marzo de este año presentó una segunda enfermedad que podría ser mortal. “El problema fue que las dos enfermedades son enemigas y los remedios de una le hacen mal a la otra y viceversa. Ahí entramos en un ciclo complicado en el cual León empezó a decaer”, dice Smith. El pequeño ha soportado siete paros cardíacos y hasta ahora está conectado a una Ecmo, que es una máquina que hace circular la sangre fuera del cuerpo.

FALTAN RECURSOS

Sólo el corazón artificial que recibió el menor tiene un costo cercano a los $300 millones. El 40% de esa suma será costeado por la isapre Colmena, pero el resto corre por cuenta de la familia. Por eso hace algunos días iniciaron una campaña para reunir recursos.

“El total del tratamiento cuesta entre 3 y 4 millones de dólares (sobre los $2.100 millones), lo que incluye la operación, a los médicos, los 600 días que deberá pasar en la UCI y otras estadías en la UCI que ha tenido, tomando en cuenta que cada día cuesta $1 millón”, dice su padre. Hasta ahora han recibido cerca de $50 millones en aporte, pero no son suficientes para cubrir lo que necesitan.

“La gente ha donado lo que ha podido y estamos tremendamente agradecidos. Todavía no ha aparecido una empresa grande o un empresario que done un bono mayor. También está la reunión con el subsecretario de Salud para ver si hay alternativa por ahí, pero como hoy no existe, tenemos que salir a buscar los recursos”, señaló Smith.

Esta Navidad será diferente a las otras, pues esta familia la pasará en la clínica junto al pequeño. “Con mi hija, mi señora y León somos muy unidos y queremos sentirnos cerquita de él, nuestra joya. A León le encanta jugar, reír, los asados y que vayan sus amigos a la casa. Se cree Ironman y es un gozador que ama la vida. Sólo queremos encontrar un corazón”, finaliza su padre.

 

Funete: La Hora