System Bolaget, es el nombre de la red de tiendas que venden alcohol en Suecia. Las controla el Estado, quien tiene el monopolio de este producto. Por ley sólo venden a mayores de 20 años. En sus vitrinas no hay ofertas ni packs de licores, tampoco máquinas que los enfríen las botellas, porque al hacerlo aumentaría el consumo de alcohol. Su negocio es educar a los clientes antes que vender.

La estrategia sueca ha funcionado. El consumo problemático de alcohol comienza recién a los 16 años, a diferencia de Chile, cuyo inicio es a los 12 años, según datos del Décimo Estudio de Drogas en Población Escolar (2013), en el que el 35,6% de los encuestados reconoce haber consumido alcohol alguna vez en el último mes.

Elisabet Aldenberg, experta del Ministerio de Salud y Asuntos Sociales de Suecia, señala que la política del monopolio es muy importante porque pueden ser muy estrictos con los límites de edad. “Sabemos que casi ninguna persona de 20 años puede comprar alcohol. Pero claro, siempre tienen la ayuda de un hermano mayor o de un amigo de más edad que compran y llevan el alcohol a los menores”.

Aldenberg expuso la semana pasada la política de su país al Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), desde donde miran con atención este sistema.

“El modelo sueco ha logrado reducir sostenidamente las tasas de consumo de alcohol en adolescentes, gracias a la implementación de una política con un enfoque de salud pública, en donde consideran una consistente restricción del acceso al alcohol y otras drogas y desarrollan estrategias preventivas como políticas sostenidas a largo plazo”, dice Jimena Kalawksi, jefa de la División Programática del Senda.

¿Sería posible replicar el monopolio en Chile? Kalawksi, señala que sería difícil. “Tenemos una economía abierta y competitiva, además de ser productores de bebidas alcohólicas. Pero es interesante mirar la experiencia sueca acerca de cómo han regulado el mercado de las bebidas alcohólicas para proteger a los niños y jóvenes de su consumo”, agrega.

Lo que sí se puede adoptar son las estrategias de prevención. “Sobre todo las orientaciones a los padres sobre cómo hablar de alcohol y drogas”, dice Kalawksi.

Aldenberg explica que en Suecia, los padres que tienen un adolescente de 14 años reciben un folleto por correo, de cómo hablar con sus hijos sobre el consumo de alcohol, con un mensaje claro, tolerancia cero.

En Suecia, los mayores de 18 años pueden comprar alcohol, pero sólo en bares y restaurantes, donde es más fácil controlarlos..

En Chile, la edad no es un tema de debate. El proyecto de la futura ley de alcoholes, hoy en el Congreso, mantiene en 18 años la edad mínima de venta, sin embargo, permitirá exigir la cédula de identidad a las personas que aparentemente tengan menos de esa edad.

 

Fuente: La Tercera