El 4,1% es el reajuste nominal más bajo para el sector público desde el tramitado en 2004 cuando la cifra de incremento salarial fue de sólo 3,5%. Acá, un cuadro ilustrativo.

«¿Cómo nos gustaría poder dar un reajuste más alto? El reajuste es bajo, no hay ninguna duda, pero es el reajuste que podemos dar», fue una de las frases que lanzó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, durante la tramitación del reajuste al sector público.

Inicialmente, los diputados habían rechazado la cifra de 4,1%, esperando que el Gobierno mejorara este porcentaje. Sin embargo, el Senado se cuadró con el guarismo de Hacienda, y al volver el proyecto a la Cámara, finalmente el monto fue despachado.

Valdés reiteró en varias oportunidades que no había margen para incrementar el número. Y desde su tribuna defendió una y otra vez la cifra. Ante las quejas de los diputados, insistió en que el incremento no será negativo: según sus cálculos, la inflación acumulada será de 3,9 a 4%, por lo que hay un reajuste real de 0,1% a 0,2%.

Si bien el ministro admitió que la cifra de reajuste «ciertamente está bajo la media», lo que atribuyó a la situación económica del país y el bajo precio del cobre. Pero también insistió en que no es el incremento más bajo de la historia porque en la práctica, en 3 oportunidades en los últimos años, hubo reajustes reales negativos producto de la inflación.

Con todo, el 4,1% es el reajuste nominal más bajo para el sector público desde el tramitado en 2004. Acá, un cuadro ilustrativo de cómo ha evolucionado al cifra en los últimos años (el año corresponde al que fue despachada la ley):

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