Aumento de impuesto de timbres y estampillas explicará casi todo el IPC de enero del próximo año.

Octubre será otro mes de respiro a nivel inflacionario. Luego de la sorpresa de septiembre, el mercado espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubique en el décimo mes del año por debajo del 4% en doce meses por primera vez desde marzo del año pasado.

Así, los departamentos de estudios esperan una variación de los precios internos entre 0,2% y 0,3% para el mes, con lo cual el IPC en el último año se ubicaría en 3,8%, por debajo del rango meta del Banco Central (entre 2% y 4%).

El economista de Banco Penta, Matías Madrid, señala que el «alivio» en las presiones inflacionarias irá de la mano de la fuerte baja en el precio de las bencinas en el mercado local -que completan dos meses de caídas- y la depreciación del tipo de cambio, que se consolida bajo los $ 690.

«En principio, esta sería una visita transitoria bajo el techo del rango meta, lo que daría cuenta que la evaluación del IPoM en la dimensión inflacionaria, al igual que en la de actividad, estaría siendo sorprendida a la baja», señaló BBVA Research en un informe.

La inercia inflacionaria se extendería a noviembre, mes en que el mercado espera un IPC de 0,1% y 3,9% en 12 meses.

Sin embargo, hasta ahí llegaría el «veranito de San Juan» para los precios internos. A partir de diciembre, las presiones inflacionarias volverían a dejar el IPC en 12 meses por sobre el rango meta del emisor, situándose en 4,4%.

De esta manera, según las estimaciones del mercado y las incorporadas en el precio de los activos financieros, la inflación volvería a estar persistemente bajo el 4% recién a mediados del próximo año, más específicamente a partir de junio, para converger hacia finales de año en niveles de 3,4%, prácticamente un punto más bajo respecto al cierre de este año (ver gráfico).

«A partir de julio ya deberíamos estar de manera permanente dentro del rango meta del Banco Central, aunque existe el riesgo que sea antes si es que la actividad y el empleo se deterioran aún más, en un contexto de baja inflación importada», señala el economista de Santander Chile Felipe Bravo.

Para el analista de CorpResearch, Mauricio Carrasco, la convergencia hacia la meta del ente autónomo comenzará «con mayor probabilidad» hacia julio próximo, cerrando el año en 3,5%.

Felipe Guzmán, de Banchile Inversiones, apuesta por agosto del año próximo «para luego converger al 3,0% durante el segundo trimestre de 2017».

Una inflación que se ha mantenido por casi dos años sobre el 4%, con un mercado advirtiendo la posibilidad de un desanclaje de las expectativas, llevaron al Banco Central a incrementar la tasa de interés por primera vez desde junio de 2011, al subir 0,25 punto a 3,25% en su reunión de octubre.

El factor timbres y estampillas

La reforma tributaria, que comenzó a regir en septiembre del año pasado, volverá a traer sorpresas inflacionarias a partir de enero de 2016, cuando comience a regir el alza de 0,4% a 0,8% en el impuesto de timbres y estampillas, lo que tendrá efectos relevantes en el IPC general de dicho mes.

Antonio Moncado, de BCI Estudios, calcula que el alza en el gravamen disparará en 13% anual los costos del ítem servicios financieros en la canasta.

En Santander Chile esperan que el tributo explique 0,3 décimas del IPC total. Banchile va más allá y ve una incidencia de 0,4 puntos porcentuales en el mes. Mientras que CorpResearch la calcula entre 0,4 y 0,5 décimas.

Los activos financieros incorporan un incremento del IPC general de 0,4% para el mes.

Imagen foto_00000002