El experto advierte, no obstante, que si el gobierno lo hace bien, podría agregarle valor a la industria de la salud privada.

Por Camila Araya G.

El diagnóstico de Wynand Van de Ven, profesor de la U. de Rotterdam, experto en mercado de seguros de salud y riesgos, es lapidario: “el mercado podría desestabilizarse y algunas Isapres podrían quebrar si no se aplica la regulación correcta”.

El académico -principal expositor del Encuentro Nacional de Salud (Enasa) que se realizará mañana, organizado por la Asociación de Isapres-, explica que regular este mercado es muy complejo y que el gobierno podría equivocarse fácilmente. Pero si lo hace bien, le agregaría valor al sistema.

– ¿Cuáles son las similitudes con la experiencia internacional?

-Existen varias entre el sistema de Isapres de Chile y el sistema de las aseguradoras privadas en Holanda antes de 2006, cuando los problemas fueron detectados y se buscó una solución.

– ¿Y cuál fue esa solución?

– Se buscó crear un sistema de seguridad social a través de aseguradoras privadas para eliminar las diferencias entre las mutuales (públicas) y las aseguradoras privadas. Si bien la calidad de la salud era la misma y las personas accedían a cierto sistema de acuerdo a sus ingresos, había problemas en las aseguradoras privadas, porque tomaban en cuenta factores como el sexo y edad. Por lo tanto, los adultos mayores y enfermos empezaron a tener mayores cobros debido a sus costos.

– En ese contexto, ¿cómo ve la reforma que impulsa el gobierno chileno? ¿Podría colapsar el sistema de Isapres?

-Podría ser. Sí, el mercado podría desestabilizarse y algunas Isapres podrían quebrar, si no se genera un marco regulatorio adecuado. Regular este mercado es muy complejo y el gobierno podría equivocarse fácilmente. Pero si lo hace bien, especialmente en los años de transición, le agregaría valor al sistema.

– ¿Qué opina sobre un panel de expertos que fije los precios?

– Significa que no hay confianza en el mercado. Tiene sentido porque los usuarios deben ser protegidos. Sin embargo, si las personas se pueden cambiar entre Isapres en caso que no estén satisfechas, eso mismo obliga al sistema a regularse. El panel de expertos ya no sería necesario.

– También se quiere eliminar la declaración de salud. ¿Qué opina?

– No es buena idea darle la posibilidad a la gente de Fonasa de pasar a las Isapres, porque los costos aumentarían fuertemente. Muy a largo plazo se pueden ver formas de que esas personas pasen al sistema de Isapres. Fonasa podría ser una Isapre más. Ambos sistemas tienen que empezar a acercarse uno al otro. La dificultad es la diferencia de precios.

– En ese sentido, ¿estima que el gobierno está siendo muy ambicioso?

– Hay que ser realistas. Esto tomará al menos 10 o 20 años. El proyecto tiene buenas ideas y resuelve muchos problemas, pero falta pensar en las consecuencias y riesgos. Chile debiera estar feliz de que las Isapres acepten la idea de abrir el diálogo. Eso no pasa en todos los países.