Subió el tipo de interés en 25 puntos base, dejándolo en 3,25%:
Economistas discrepan al evaluar la decisión: «se justifica plenamente»; «no había necesidad de hacerlo»; «es coherente con su discurso», son algunas de las opiniones.
Por LINA CASTAÑEDA.
El Consejo del Banco Central acordó iniciar el proceso de alza en la tasa de interés de política monetaria (TPM), por primera vez desde 2011, subiéndola ayer a 3,25% desde el nivel de 3% en que había permanecido desde octubre de 2014.
Es más, en su comunicado señala que la trayectoria contempla ajustes adicionales para asegurar que la inflación apunte a su meta de 3%. Según los analistas, la tasa podría llegar a 3,75% en 2016.
Sin embargo, la decisión suscitó opiniones encontradas en los expertos, lo que ya se vio reflejado esta semana en las discrepancias observadas en los sondeos del Banco Central. La encuesta de expectativas económicas (EEE) apostaba a una mantención, mientras que la encuesta a operadores financieros (EOF) apuntaba a esta alza.
«Creo que el Banco Central está haciendo una sintonía fina del grado de estímulo monetario que le entrega a la economía, en línea con la nueva visión en cuanto a que las holguras y la capacidad de crecimiento potencial de la economía son menores de lo que pensaba anteriormente», plantea Luis Oscar Herrera, economista jefe para la Región Andina de BTG Pactual.
Desde su perspectiva, al aumento de la TPM era esperable y coherente con el discurso que el Central venía entregando desde el IPoM de septiembre, con el último comunicado y con la minuta de la última reunión que tenía declaraciones anunciando un aumento en el corto plazo.
En la evaluación de Pablo Correa, economista jefe del Banco Santander, «el Banco Central fue víctima de sus propias palabras y de mensajes inusualmente explícitos tanto en el IPoM como en las reuniones pasadas, porque en el comunicado en que informa ahora el alza no es evidente la necesidad de haberlo hecho».
En su comunicado, el Central da cuenta de que en el plano interno «el IPC de septiembre fue menor que lo previsto, aunque se espera que la inflación anual -total y subyacente- siga en niveles elevados en línea con lo previsto en el IPoM». Agrega que las expectativas de inflación a dos años están en 3%, cuya evolución seguirá monitoreando y que en agosto la actividad creció por debajo de lo esperado.
En el ámbito externo alude a la depreciación multilateral del dólar; la recuperación del precio de la mayoría de los activos más riesgosos y la persistencia del riesgo en la economía de China y el caso de Brasil.
Tres son las razones por las que el Grupo Security esperaba la mantención de la tasa en 3%, detalla el economista jefe de la institución, Dalibor Eterovic: la debilidad de los datos de China y de EE.UU., que llevaron a que el mercado tenga una probabilidad de alza de tasa de la Reserva Federal de solo 30% para este año; Imacec de agosto e IPC de septiembre sorpresivamente bajos y salarios reales creciendo menos de 1% en doce meses, indicio de una moderación de presiones inflacionarias. El escenario macroeconómico descrito en el comunicado es bastante dovish (expansivo o de tasa de interés baja), dice Eterovic aludiendo a una economía internacional más débil y una economía local más deflacionaria.
En opinión de Rodrigo Aravena, economista jefe del Banco de Chile, la decisión del Central «es ampliamente justificada» por la persistencia de la inflación sobre la meta y muy consistente con la estrategia comunicacional que ha tenido. Recuerda la señal del IPoM de septiembre, en que apuntó a alzas en torno a 75 puntos base en doce meses.
«Es cierto que no hubo novedades adicionales para subir la tasa, pero en términos gruesos, la inflación no difiere de la evaluación que hizo en septiembre, en un escenario donde hay necesidad de subir la tasa para prevenir un desanclaje de expectativas», puntualiza Aravena.
Dólar cae
La divisa estadounidense tuvo ayer un fuerte descenso de $7,40 en el mercado local y cerró la jornada en $674,50. Ante la decisión del BC, se esperan nuevas bajas. Chile se suma a la lista de países de la región que han decidido subir su tasa en 2015
Luego de un año sin alteraciones, el Banco Central de Chile decidió subir la tasa de interés en el mercado local. Su último movimiento había sido en octubre de 2014, cuando la bajó a 3,25%.
Con esto, el país se sumó a la tendencia que ya mostraban otros países de Latinoamérica. En septiembre, tanto Perú como Colombia aumentaron en 25 puntos base sus tasas de política monetaria, hasta 3,50% y 4,75%, respectivamente.
En el caso de Perú, el movimiento respondió a un riesgo de desanclaje de las expectativas de inflación, aunque sorprendió al mercado. Ayer, el Banco Central de ese país tuvo también su reunión mensual de política monetaria, aunque esta vez mantuvo la tasa clave.
Colombia elevó igualmente su tipo rector ante el aumento en la inflación de ese país. El factor común entre Chile y todos los países de la región es la depreciación que han experimentado sus monedas y las presiones de precios que ello ha implicado.
En Brasil, la situación es distinta, con una inflación que roza los dos dígitos (llegó a 9,49% en septiembre); el Banco Central ha subido la tasa persistentemente desde octubre del año pasado, pasando en ese período desde 11% a 14,25%.