Bárbara Figueroa dijo que Ignacio Walker y Eugenio Tuma están respaldando ajustes “que no van en la línea de lo que el proyecto originalmente planteó”.

Por Karen Peña.

En medio del campo de dos fuegos que ha caracterizado el debate del proyecto de reforma laboral, la próxima semana será clave para conocer la posición del gobierno, al menos en materias donde para muchos los Ministerios de Trabajo y de Hacienda han dado más muestras de desacuerdos que de consensos.

Además de la cita que sostendrá el próximo martes 20 el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas, con la presidenta Michelle Bachelet, La Moneda será el epicentro de un un nuevo encuentro programado para el jueves 22 a las 12.00 horas que reunirá a la líder de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, con la mandataria. Un día antes, de hecho, Bachelet asistirá a la Cena Anual de la Industria organizada por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), uno de los gremios más críticos del articulado.

Sin embargo, más allá del nutrido cuadro de encuentros que deberían aplacar parte importante de las incertidumbres que saltaron en los últimos meses frente a la iniciativa, la CUT dejó en claro en su consejo nacional del viernes que seguirán presionando tanto al Ejecutivo como al Parlamento en torno a las indicaciones que hoy están en discusión en la comisión de Trabajo de la Cámara Alta.

Pero también la estrategia apunta a levantar una mayor ofensiva en torno a la visión crítica que tienen de algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría que “están actuando en contra de lo que, en su momento, estableció como definición sus respectivas coaliciones. Y, por lo tanto, ahí es donde sabemos que hay que hacer un trabajo dirigido. Estamos hablando de Ignacio Walker (DC), Patricio Walker (DC), Eugenio Tuma (PPD) que están respaldando iniciativas e indicaciones que no van en la línea de lo que el proyecto originalmente planteó”, dice Figueroa.

Dichos parlamentarios participaron activamente en el acuerdo de la bancada pro pyme que concitó apoyo político de diversos sectores y del gobierno, pero que hoy está en plena agonía por su falta de apoyo, especialmente por la propuesta que pretende elevar el quórum para constituir sindicatos de ocho a 25 trabajadores y que tiene a Trabajo y Hacienda en un aparente “tira y afloja”. Ajuste que los senadores Ignacio Walker y Eugenio Tuma respaldaron abiertamente.

Y a pesar de que Hacienda estaría tanteando el terreno entre los parlamentarios para trabajar en una fórmula que aumente el quórum a 15 y no a 25 trabajadores, la dirigente es tajante: “Acá el debate es blanco o negro. En materia de quórum no hay nada que negociar, porque nunca fue parte del debate. Decir que tenemos que ir a proteger a la pyme so pretexto de darle garantías finalmente a empresas de mayor volumen, es un camino absolutamente equivocado o es una mala intención de parte de algunos parlamentarios que, sin decirlo, quieren esconderse en las pymes para justificar los intereses que tienen con el gran empresariado”.

Por esto, agrega, la cita con Bachelet “es un buen momento también para aclarar esta situación. Si esto responde más bien a visiones particulares o es un interés del Ejecutivo vulnerar este proyecto de ley”.

Nueva estrategia de la Oposición

El acuerdo de la bancada pro pyme que abrió un nuevo conflicto en la tramitación del proyecto laboral provocó que los equipos técnicos de la Alianza sumaran banderas de lucha en la cruzada por respetar el pacto de las pyme. Según explican quienes participan de las tratativas, además de evitar el naufragio del pacto firmado el pasado 15 de septiembre, la oposición aprovechará el impulso para poner otra vez sobre la mesa en las reuniones con los asesores técnicos del gobierno las fórmulas que barajan para flexibilizar algunas normas que contempla el texto. Por ejemplo, en el sector se estaría estudiando permitir que se puedan reasignar trabajadores en distintos establecimientos o llegar a acuerdo en cuanto a que el proyecto de polifuncionalidad y el de subcontratación se dejen paralizados y que no se aprueben. Esta semana se reunirían los equipos de la Alianza y del gobierno para seguir discutiendo estos tópicos.