Mandataria expuso ante 100 empresarios en el marco del aniversario 35 del CEP. Defendió sus reformas y aseguró que buscan acortar la brecha entre la elite y la ciudadanía.

Por M. E. Álvarez y F. González.

“Felicitaciones, se ven muy jóvenes”. La Presidenta Michelle Bachelet apenas al llegar a la sede del CEP dio muestra del relajado ambiente que marcaría su primera reunión privada con los principales empresarios del país en lo que va de este gobierno.

Vestida completamente de negro, minutos antes de las 8.30, la Presidenta arribó a la casona de Monseñor Sótero Sanz, donde fue recibida por el presidente del Consejo Directivo del Think tank, Eliodoro Matte, y su director, Harald Beyer, con quienes bromeó sobre los 35 años de existencia de la entidad.

Sonrientes, ambos le celebraron la broma y agradecieron por participar del encuentro, el que contó además con las exposiciones de los académicos Christian Welzel de la Universidad de Lüneburg y Rodrigo Márquez del PNUD.

La presencia de la jefa de Estado había sido conversada hace unas semanas en una comida entre empresarios y los ministros Jorge Burgos, Rodrigo Valdés y Máximo Pacheco, con la intención de dar una señal de confianza entre el sector privado y el gobierno.

En el auditorio ubicado en el subterráneo, en el que habitualmente se presentan los resultados de la encuesta CEP, esperaban a la Presidenta cerca de 100 invitados. Al entrar Bachelet volvió al emplear el tono festivo y bromeó con la casi nula presencia femenina. “Claramente este club no es el de la pequeña Lulú”, dijo entre risas.

La Mandataria estuvo acompañada por los ministros Burgos, Valdés, Pacheco, Nicolás Eyzaguirre y Marcelo Díaz, y su director de contenidos del segundo piso de Palacio, Pedro Guell.

Al inicio del seminario, Matte agradeció públicamente la presencia de la Mandataria, asegurando que hace nueve años que un Presidente no asistía al CEP.

Uno de los principales temas abordados en el encuentro, que se extendió por más de tres horas, fueron las reformas impulsadas por el gobierno, tema que ha generado diferencias importantes con el empresariado durante sus 19 meses de gestión, marcando el debate público entre ambos sectores.

Durante su intervención, de cerca de 15 minutos, Bachelet explicó su visión sobre los cambios estructurales y las razones que, a su juicio, justifican su realización.

En este sentido, la Mandataria destacó el proceso de cambio a la Constitución que anunciará en los próximos días como una reforma necesaria y solicitada por la ciudadanía.

Derecho de propiedad

Pese a que los asistentes al encuentro aseguran que la jefa de Estado no se refirió al mecanismo que será utilizado, la Presidenta sí hizo un guiño al empresariado, asegurando que la nueva Carta Fundamental tendrá bases y reglas del juego que ya están establecidas institucionalmente, resguardando el derecho a la propiedad.

Este es un tema que ha causado particular atención en los empresarios, quienes en reiteradas oportunidades mostraron sus dudas al respecto.

A la salida del encuentro, el ministro Valdés profundizó en este tema: “Ella ha hablado varias veces de que Chile es un país sensato, en que bases que son obvias en cualquier país moderno y civilizado no se van a tocar y hay un ámbito de cosas en que nadie en Chile está por modificar”.

Otro de los temas que marcó la jornada fue la preocupación que existe por el clima de desconfianza en el país, el que fue abordado, de mayor o menor manera, por todos los expositores.

El primero en referirse a esta situación fue Matte, quien en su análisis, dicen los asistentes, hizo una autocrítica respecto del comportamiento de algunos empresarios en el último tiempo, en lo que fue entendido como una alusión a los casos de financiamiento irregular a la política y colusión.

Bachelet profundizó en este tema, insistiendo en que afectaba a todos quienes toman decisiones, como políticos y empresarios y que era necesario hacerse cargo cuanto antes, ya que hoy todos estaban cuestionados.

Así, la jefa de Estado aseguró que sus reformas justamente venían a hacer eco de ese malestar y con la intención de acortar la brecha de confianza entre las elites y la ciudadanía.

Esto fue secundado por el académico alemán Welzel, quien al finalizar su intervención aseguró que las reformas promovidas por Bachelet apuntaban a la dirección correcta.

Tras la intervención de la Presidenta se dio paso a la ronda de preguntas, las que fueron moderadas por Enrique Barros. Originalmente estaba programado que se realizarían seis, pero finalmente fueron sólo cinco, ya que la Mandataria debía regresar a La Moneda para participar de una actividad.

Pese a que la Presidenta estuvo acompañada por cinco ministros, las intervenciones de estos fueron casi nulas, salvo Burgos quien profundizó respecto a las reformas políticas.

Llamó la atención de los presentes que en algunas ocasiones durante sus respuestas, la Mandataria le preguntó al ministro Eyzaguirre si es que quería agregar alguna información extra a sus palabras. Quienes participaron del encuentro aseguran que el tono fue positivo y de mucho respeto, destacando que durante toda la jornada la Mandataria se vio relajada y sonriente.

De hecho, durante el coffe break, parte importante de los empresarios presentes se acercaron a conversar informalmente con la Mandataria, trato cordial y cercano que se extendió al resto, tanto así que Eyzaguirre subió al patio de la casona a fumar y a hablar en privado con Eliodoro Matte.