Afecta el rendimiento:

Una tortura. Así calificó Paul Kelley, académico de la Universidad de Oxford, el hecho de iniciar la jornada laboral antes de las 9 de la mañana. Esto, porque en opinión del experto en sueño, solo a partir de los 55 años las personas comienzan a demandar menos horas de sueño y, por lo tanto, hacer que los trabajadores menores de esa edad inicien sus actividades temprano redunda en un menor rendimiento de sus obligaciones. Agrega que las empresas deberían modificar sus horarios y hacer que sus colaboradores entren a partir de las 10 A.M., de lo contrario llegarán cansados y serán menos productivos. «Obligar a los empleados a trabajar de 9:00 a 17:00 horas deja sus cuerpos exhaustos y con un alto nivel de estrés, por la privación del sueño».