Consultora llama a redefinir proyectos en evaluación:
En tres años, este ítem mostró la mayor alza dentro de los costos totales, con un 19%. Insta a mineras a elevar la productividad.
Por Antonia Eyzaguirre A.
La minería chilena, respecto a sus principales competidores, presenta el mayor incremento en los costos laborales en el período de 2010 a 2013, con un alza de 19% solo en este ítem, muy por encima de los países que le siguen: Estados Unidos y República Democrática del Congo, ambos con un aumento del 8%, según un estudio realizado por Boston Consulting Group (BCG).
«En Chile, la productividad y el costo de mano de obra es lo que más afecta los costos totales», advierte Gustavo Nieponice, socio de la consultora. Agrega que en el alza de los costos laborales inciden también las negociaciones colectivas de los últimos años, la falta de control respecto de los trabajadores contratistas -donde falta mayor planificación, dice- y el aumento del precio de la mano de obra.
El ejecutivo advierte que el país está muy atrás respecto a los países desarrollados en lo que se refiere al desarrollo de gestión y de hacer los procesos más efectivos, dado que la cultura es muy jerárquica y de control, y hay poco espacio para impulsar la iniciativa de cada persona. «La falta de comunicación hace que haya más improductividades», aclara.
El estudio sugiere que las empresas mineras deben reexaminar los proyectos que hoy tienen en evaluación y agregarles mayor tecnología y avanzar en productividad, que es la gran piedra en el zapato de la industria. Nieponice dice que si las empresas son capaces de generar mejores condiciones en sus iniciativas, podrán hacer viables más proyectos y así generar más empleo.
La industria enfrenta un período de márgenes más estrechos de ganancias y, con ello, de menores inversiones. De hecho, entre las 101 empresas analizadas por el estudio, la tasa de retorno a los accionistas en promedio tuvo una baja de 18% entre 2010 y 2014.
La caída en los precios ha hecho que las empresas se tornen más cautelosas y cancelen o posterguen algunas inversiones de crecimiento. En los últimos cuatro años el capital gastado en promedio se redujo un 20%.
El ideal es que las empresas inviertan en los ciclos de precios bajos porque todos los insumos son más económicos, pero Nieponice resalta que muchas veces en estos períodos no está la disponibilidad de caja o es más difícil conseguir el financiamiento, aunque reconoce que a veces esto también es por falta de visión estratégica de largo plazo por parte de las compañías.
Del total de las firmas analizadas en el informe, solo 11 de 101 crearon valor en el período. Nieponice dice que para cambiar esta situación «el factor más importante es traer nueva producción al mercado, ya sea comprando minas o descubriendo. Obviamente, se deben hacer otras cosas en paralelo», comenta. Resalta la importancia de tener equipos fuertes de exploración de nuevos yacimientos.
El estudio advierte que el interés por invertir en activos mineros ha caído, producto de la proyección de precios futuros y de la percepción de cuántos proyectos atractivos existen en la cartera.
18%
en promedio han bajado los retornos a los inversionistas de las compañías mineras, dados los márgenes más estrechos que enfrentan las firmas, luego de la baja en las cotizaciones de los metales.