Suscribió carta apoyando este tema junto a otros expertos oficialistas en medio del debate de la Reforma Laboral.

Por Juan Pablo Palacios.

A inicios de agosto un grupos de economistas que participaron en el programa que llevó a Michelle Bachelet por segunda vez a La Moneda, firmaron una carta -publicada en El Mercurio-, para defender la opción del reemplazo en huelga con trabajadores internos, bajo ciertas circunstancias, dentro de la Reforma Laboral, sumándose a otros actores influyentes dentro del mundo concertacionista.

Citaban el ejemplo de países OCDE como Alemania, Canadá, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Noruega y Suecia como “parte de la inmensa mayoría de los países OCDE donde se permite el reemplazo interno durante las huelgas”. Agregaban que todos los países nombrados han ratificado los Convenios Fundamentales de la OIT y señalaban que dentro de los 25 países OCDE, para los cuales la información está disponible, el reemplazo interno sólo está prohibido en México.

Entre los nueve firmantes de la misiva estaba el economista de la Universidad de Chile y director del Centro de Estudios para el Conflicto y la Cohesión Social (Coes), Dante Contreras.

El experto que hace varios años investiga temas relacionados a la economía y regulación del mercado del trabajo, explicó a PULSO los fundamentos de la idea de impulsar un tema que es rechazado por la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) y el sector más duro de la Nueva Mayoría.

“En el margen, lo que uno quiere es que la reforma en curso sea una reforma que mantenga ciertos equilibrios. La legislación laboral chilena hoy es muy pro empresa y poco pro trabajador. Lo que se planteó en esa carta es una posición donde se busca llevar la discusión a un punto más intermedio, sin cambiar la legislación desde un enfoque de pro empresa a uno sólo pro trabajador, es decir, ponerse en un punto más intermedio que es donde funcionan la mayoría de los países desarrollados”, señaló Contreras.

En la misma línea, añadió que “si bien nos gusta compararnos en algunas medidas con Finlandia por su nivel educacional, también nos debiera gustar compararnos en temas laborales”.

Respecto de las críticas que generó en el PC y la CUT el respaldo de los técnicos al reemplazo interno, Contreras subrayó que el objetivo del planteamiento “era más bien un llamado para focalizar la discusión en un término más medio”.

Sobre la opción de reponer en la Reforma Laboral el concepto de huelga pacífica con sanciones por uso de la violencia de parte de dirigentes sindicales, el economista comentó: “Ese es un concepto menos relevante que la discusión actual del peso específico de empresarios versus trabajadores, creo que esa es la pregunta de primer orden. Los otros temas son menos interesantes frente a ese balance que debiera existir entre trabajador y empleador”.