Según Hermann Consultores, la tasa avanzó 5,5 pp en cinco años, mientras que el promedio OCDE cayó 0,6 pp. En tanto, en la tasa de impuestos a los dividendos con la Reforma Tributaria en régimen, el país verá elevar su registro en 4,5 pp. En ambos casos quedará por sobre el promedio de la OCDE.

Por Óscar Galaz.

Tras el anuncio del Gobierno de modificar la Reforma Tributaria para que quede como general el sistema semi integrado, el cual establece un impuesto a las empresas del 27% y lleva una tasa marginal máxima del global complementario de 44,45%, varios expertos han manifestado que se estaría instaurando un régimen más costoso para los contribuyentes, dado el nivel de tasas con que se operará.

Al respecto, según un estudio de Hermann Consultores, Chile es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que más ha subido el impuesto a las empresas desde 2010 a 2015, pasando de 17% a 22,5%, es decir 5,5 puntos porcentuales (pp) más, mientras que el promedio del grupo bajó 0,6pp. Junto a Chile, son otras seis las naciones que han registrado aumentos, tales como Eslovaquia y Portugal (ver tabla).

La decisión que ha tomado nuestro país, advierte el estudio, va en dirección contraria a lo que han fijado varias naciones desarrolldas, ya que 13 de ellas han disminuido su carga corporativa en estos últimos 5 años. De hecho, Inglaterra la ha bajado 8 pp, Japón 7,4pp y Suecia 4,3pp.

Todavía más, si el resto de los países OCDE mantiene su carga impositiva a las empresas de manera igual a la de hoy, cuando la Reforma Tributaria entre en régimen, Chile habrá aumentado su tasa en 10 pp, pasando de 17% a 27% y ubicándose 2 pp por sobre el promedio del organismo.

Por otra parte, el estudio también muestra que en la tasa de impuestos a los dividendos (global complementario ene l caso de Chile), el promedio de la OCDE subió desde 41,7% a 43,1% entre 2010-2015. En Chile, con la reforma 100% operativa, significará un aumento de 4,5 pp en la tasa final, quedando levemente superior al valor promedio de la organización medido hoy día. Lideran el incremento de los últimos 5 años México, con 13 pp; Francia, con 10,2 pp; Italia, 9,8 pp y Portugal 9,5 pp (ver tabla).

Por qué esto

Para Jorge Hermann, el comportamiento a la baja de países desarrollados en la tasa a las empresas responde mayormente a la crisis subprime de 2008-2009, ya que “muchas economías sufrieron una crisis soberana de deuda producto del sobreendeudamiento del aparato estatal. En ese contexto, estos países con estas medidas fomentar el crecimiento económico”, dijo.

Acá, precisó el consultor, se dieron dos tendencias: Una, donde los países bajaron los impuestos a las empresas y los impuestos a los dividendos. Es el caso de Reino Unido y Nueva Zelanda, por ejemplo. “Ellos buscaron generar una política reactivadora en el sector privado”, precisó. Pero hay otro grupo que subió los impuestos a los dividendos y bajanron o mantuvieron los de las empresas. Ahí están Francia, Estados Unidos o Bélgica.

En este segundo caso, advierte, estas naciones buscan “aumentar la diferencia entre ambos impuestos, como una forma de generar un incentivo al ahorro y la inversión a través del sistema tributario, dejando las utilidades dentro de las empresas”.

En este escenario, dice, Chile ha ido “en contra de la tendencia” porque ha subido el impuestos a las empresas y ha bajado el impuesto a las personas producto de la Reforma Tributaria. En este punto, precisa que nuestro país “debería bajar el impuesto de las empresas de 27% a 25%, volver al sistema completamente integrado y subir el impuesto a las personas de 35% a 40%. Acá lo importante es generar una brecha importante entre ambos impuestos para fomentar el ahorro e inversión, algo que hoy está débil en nuestra economía”, puntualizó.

Esta tendencia seguida por Chile, agrega Hermann, es posible modificar con la ley que enviará el Ministerio de Hacienda para hacer precisiones a la Reforma Tributaria , a fin de que “Chile vuelva a retomar el tranco del crecimiento económico. Esa será una buena herramienta para fomentar la inversión que ha estado golpeada por esta incertidumbre regulatoria”, aseguró.

De no hacerlo, indica, “es un golpe potente a la actividad económica, ya que habrá un aumento de 10 puntos porcentuales de impuestos a las empresas cuando al reforma esté en régimen. Es un golpe bajo al fomento del libre emprendimiento y esto golpea mucho más a las empresas grandes, que son cerca del 80% del valor agregado del país. Ese es el inconveniente y eso es lo que tiene que comprender el Gobierno y el Congreso”, acotó.

A eso se agrega, dice Hermann, “que el contexto económico y fiscal en que se va a presentar este reforma ala reforma es muy distinto al contexto que veía (Alberto) Arenas el año pasado. En un año y medio cambió drásticamente la percepción de crecimiento y de un mayor déficit fiscal hacia adelante por la cantidad de reformas que hay que financiar. Entonces, seguir pretendiendo tener estas tasas tan altas, a lo único que va a terminar llevando es a que el letargo económico se mantenga por mucho tiempo más”.