La última encuesta Cadem-Plaza Pública reveló que un 54% de los consultados cree que la situación de los consumidores está mala o muy mala. Los expertos esperan una desaceleración en los próximos meses y una estabilización en niveles del 2% en 2016.

Por Carlos Alonso.

La inversión ha sido una de las variables del gasto interno donde más se ha reflejado el ciclo de desaceleración por el cual atraviesa la economía. Pero el consumo privado, si bien se ha mantenido más resiliente, los expertos advierten que podría acentuar su ralentización en los próximos meses. Un antecedente que anticipa esta visión son las últimas encuestas de expectativas de consumidores, las que reflejan que la confianza se mantiene en niveles pesimistas.

De acuerdo a la encuesta Cadem-Plaza Pública del 31 de julio y ante la pregunta ¿Cómo calificaría usted la situación económica de los consumidores para poder comprar bienes y servicios? Un 54% de los consultados considera que la situación está mala o muy mala, siendo su pero nivel desde hace más de un año, mientras que quienes consideran que el escenario es bueno o muy bueno llegó a 35%. Los economistas explican que esto se debe a que la desaceleración de la actividad está afectando la creación de empleo y las remuneraciones reales comenzaron a crecer a un ritmo menor.

Una muestra de ese menor dinamismo es la desaceleración que comenzará a mostrar la masa salarial. De acuerdo a cálculos de Inversiones Security, esta variable tendría un crecimiento de 3% a 3,5% este año, mientras que el próximo se moderaría a niveles de 2,5%. Asimismo, el mercado espera que la tasa de desempleo promedio para este año sea de 6,7%, mientras que para el próximo año hay pronósticos que van entre 6,8% y 7,5%. Todo esto afectará intención de gasto de las personas.

Análisis

El académico de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, señala que la encuesta de Percepción y Expectativas de la Situación Económica de junio mostró un caída en la confianza de los consumidores en relación a la medición de marzo, lo que anticipa que los próximos meses la predisposición a gastar será menor. El índice general de Confianza del Consumidor en su serie desestacionalizada mostró una disminución de 2,0 puntos respecto al trimestre anterior (marzo 2015), mientras que el mismo indicador exhibe una caída de 8,8 puntos en comparación con la medición de junio de 2014. “El consumo no va a crecer significativamente el trimestre julio-septiembre, pero lo que pase más adelante no lo podemos adelantar todavía”, acota Ramos. Para la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), la relación es muy estrecha entre confianza de consumidores y desempeño del consumo. “La evolución del empleo y los ingresos de los hogares, así como los precios y por tanto su poder adquisitivo, afecta la confianza de los consumidores y, de ese modo, las decisiones de gasto, en forma más intensa el de bienes durables. Ante la percepción de un escenario más complejo, los hogares optan por proteger los gastos básicos y tienden a postergar parte de las decisiones de consumo durable”, explican.

Mientras, el director ejecutivo del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, Cristián Echeverría, subraya que “las confianzas de los consumidores son muy sensibles con lo que pasa con la evolución de las remuneraciones reales y con la ocupación, puesto que lo que pase con los ingresos del trabajo es una variable fundamental para determinar el gasto de las personas”.

En la medición de junio, el Índice de Percepción del Consumidor (Ipeco) se mantuvo por tercer mes consecutivo en nivel pesimista. “Las expectativas de los consumidores están en su nivel más bajo. Esta situación podría mantenerse en estos niveles en los próximos meses, pero tampoco debiéramos tener mayores caídas”, sostiene Echeverría.

El economista de Inversiones Security, César Guzmán, puntualiza que “el consumo habría presentado una desaceleración adicional en el segundo trimestre, desde 1,3% a 0,8% medido en 12 meses, así como medido en el margen -esto es trimestre contra trimestre previo desestacionalizado- desde 0,6% (2,4% anualizado) a cero. Además, nuestras proyecciones señalan una desaceleración adicional del consumo privado en la segunda mitad del año”.

Escenario 2016

Para el próximo año, los expertos ven al consumo creciendo en torno a 2% y una lenta recuperación. Echeverría ve una mejora en la confianza de los consumidores, pero de forma gradual y lenta en los próximos 12 meses, mientras Guzmán considera como escenario de riesgo un menor dinamismo del consumo en 2016, por ello espera un crecimiento “muy acotado”, entre 1% y 2% para este variable el próximo año. Nathan Pincheira, de Banchile, añade que “en términos generales no vemos cambios para el próximo año, manteniéndose en niveles de 2,4%”.