Exposiciones de gremios y expertos ante la comisión de Trabajo del Senado:

Gobierno se encuentra trabajando en perfeccionamientos al proyecto de ley y adelantó ayer a los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría que habrá normas diferenciadas para las pymes.

Por Equipos de Economía y Negocios y Política.

Las prioridades de cada uno de los sectores en la reforma laboral han ido quedando más claras en esta segunda etapa del trámite en el Senado.

Mientras en el Gobierno ya ajustan algunos cambios al proyecto con el fin de proteger a las pymes (ver recuadro), el empresariado sigue presionando para que el Ejecutivo se abra a hacer reformas todavía más importantes a la iniciativa que se discute en el Congreso.

Ayer, en un «súper lunes» laboral, la comisión de Trabajo del Senado recibió a casi 20 gremios, abogados laboralistas, economistas y centros de estudios que expusieron sobre sus reparos a la iniciativa.

La Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), representada por su presidente, Hermann von Mühlenbrock; el primer vicepresidente del gremio, José Juan Llugany, y el abogado Luis Lizama, presentaron 14 propuestas para perfeccionar la reforma.

«Lo que nosotros hemos hablado es que perfectamente se pueda reemplazar con personal interno, que esté en otras funciones. Hoy las empresas tienen gente capacitada, que pueden cumplir esas funciones. Nos parece que esa puede ser una muy buena solución si no se quiere que se permita contratar externos», dijo Von Mühlenbrock con relación al fin del reemplazo en huelga que propone el proyecto del Gobierno.

Para la Sofofa, diversos elementos del proyecto generan una «sindicalización forzosa» y no respetan las libertades individuales de los trabajadores. Además del fin del reemplazo en huelga, entre ellos están: la titularidad sindical, el impedimento del trabajador a descolgarse de una paralización o la prohibición del empleador de transferir beneficios a trabajadores no sindicalizados.

OIT defiende huelga pacífica

Durante el trámite en la Cámara de Diputados, el Gobierno eliminó el término «huelga pacífica» del proyecto, luego que la CUT dijera que dicho término «criminalizaba» el movimiento sindical.

Ayer, el experto en normas internacionales y relaciones laborales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Alberto Odero, dijo en la comisión del Senado que la huelga se tiene que llevar a cabo como un ejercicio pacífico de los derechos sindicales y que este es un principio fundamental de la OIT. Afirmó que nadie debería ser objeto de sanciones penales por realizar o haber realizado una huelga pacífica.

Respecto a los procedimientos de conciliación y mediación en caso de huelga, afirmó que el plazo entre la declaración de la huelga y su ejercicio efectivo no debería ser excesivo y que no debiera superar los 30 días.

Al final, Odero precisó que hay que tener cuidado cuando es un sindicato poco representativo el que está negociando por el resto de los trabajadores, pues pueden generarse prácticas antisindicales con el uso de la extensión de beneficios.

Ministro Rodrigo Valdés evalúa diferenciación para las pymes
En medio del comité político de ayer en la mañana -con los presidentes de la Nueva Mayoría-, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, anunció modificaciones a la reforma laboral debido al actual escenario económico.

Así lo señaló el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz: «El ministro de Hacienda entregó las orientaciones generales de lo que son las opiniones del Gobierno en esta materia, los asuntos que nos interesa poder discutir en detalle». Y agregó que «mañana (hoy) habrá una reunión entre los ministros de Hacienda y de Trabajo y los parlamentarios de la comisión de Trabajo, de manera tal de ir precisando concretamente en esta materia, porque estamos ad portas de la votación de este proyecto en el Senado».

Entre los puntos de interés del Ejecutivo -que se habrían abordado en la reunión- está una diferenciación en la normativa para las pymes. Asimismo, Hacienda habría planteado que en momentos de debilidad económica se hace fundamental la existencia de los pactos de adaptabilidad.

«El ministro hizo una suerte de enunciación de algunos temas que van a comenzar a ver con los senadores miembros de la comisión. Ahí hizo algunos (enunciados) que no le hacen nada a la esencia de la reforma, pero hay algunos temas, sobre todo relacionados con las pymes, que probablemente haya que afinar», dijo la presidenta del PS, Isabel Allende. «No es darles más beneficios a las pymes, es tener una diferenciación en el trato de la creación de sindicatos y huelgas de las pymes. Estamos hablando de empresas muy pequeñas, de menos de 50 trabajadores. Ahora, yo no podría decir si estamos o no de acuerdo con eso, lo tenemos que discutir», comentó el presidente del PC, Guillermo Teillier. «En la ley deberá quedar explícito cuándo una empresa es una pyme, así lo señaló el ministro», agregó el presidente del PR, Ernesto Velasco.

Más tarde, parlamentarios de las comisiones de Hacienda tuvieron el tradicional almuerzo de los lunes con Valdés. Al salir, el diputado DC Pablo Lorenzini y el senador PPD Ricardo Lagos Weber coincidieron en que el Ejecutivo ahora tiene que definir y anunciar qué prioridades llevarán a cabo, cuál será la jerarquización de las iniciativas y qué no se impulsará.

ReuniónHoy se reunirán los ministros de Hacienda y del Trabajo con parlamentarios.Profesores de derecho del trabajo ven un retroceso en el proyecto
En su presentación ante la Comisión de Trabajo del Senado, cuatro profesores de Derecho del Trabajo consideraron que el proyecto de reforma laboral constituye un retroceso.

María Ester Feres señaló que el objetivo esencial del Derecho del Trabajo es la tuición de la parte más débil en una prestación de servicios desequilibrada que se da bajo subordinación y dependencia. Ello, mediante dos mecanismos, la tutela estatal o legal y la tutela sindical o autonomía colectiva. No obstante, dijo que el eje central del proyecto es la flexibilidad o pactos de condiciones especiales de trabajo, donde el reforzamiento de la negociación colectiva reglada en la empresa y la negociación colectiva voluntaria (sin derecho a huelga), con o sin quórum mínimos de aprobación, «apuntan a devolver poder discrecional al empresariado». Según Sergio Gamonal Contreras, el proyecto no contempla la huelga como derecho fundamental, permite entorpecer la huelga por vía judicial al plantear que si las partes no llegan a acuerdo sobre servicios mínimos, decide la Inspección del Trabajo, y luego puede reclamarse al tribunal. Además, el proyecto reduce el piso de negociación excluyendo reajustabilidad y beneficios, como bono de término.

«Mi impresión es que acá no hay un poder real de parte de los sindicatos», puntualizó César Toledo. Le preocupa la exigencia de un quórum al sindicato al momento de plantear su proyecto de contrato colectivo, quedando la posibilidad de una práctica antisindical donde el empleador pueda controlar el quórum. «El proyecto en definitiva es la consolidación definitiva del Plan laboral, y de hecho no va a tener impacto en la cobertura de la negociación colectiva», la que seguirá siendo entre 7% y 8% de los trabajadores, indicó José Luis Ugarte.

LyD: La iniciativa perjudica a tres millones de trabajadores
Para la economista de Libertad y Desarrollo Cecilia Cifuentes, los perjudicados por la reforma laboral superan a los beneficiados potenciales, y además son más vulnerables desde el punto de vista socioeconómico.»No parece para nada claro que pueda haber un beneficio en términos de equidad; por el contrario, podría haber un deterioro», afirmó. Señaló que se ven beneficiados en el corto plazo dos millones de trabajadores de empresas de mayor tamaño, pero que se ven perjudicados tres millones de trabajadores, que son los desocupados, trabajadores por cuenta propia y asalariados sin contrato, que quedaron fuera del proyecto. «Se ven perjudicados medio millón de jóvenes de los dos primeros quintiles que no estudian ni trabajan», agregó Cifuentes.

Por su parte, Felipe Rossler, de la Fundación Jaime Guzmán, planteó que la definición de los servicios mínimos se tiene que hacer antes de la negociación colectiva o de la huelga. Señaló que el proyecto debería ser más exigente con los sindicatos, que tendrán nuevas responsabilidades, y exigir una justificación en la propuesta de contrato colectivo.

Por su parte, Valentina Doniez, de la Fundación Sol, dijo que el proyecto no es un viraje con respecto al actual sistema y que no mejorará la cobertura de la negociación colectiva. Pidieron que el Gobierno avance en la negociación por rama de actividad, lo que no está considerado en el proyecto.

Sector eléctrico solicita limitación de huelga en áreas estratégicas
El presidente del directorio del Centro de Despacho Económico de Carga del Sistema Eléctrico Interconectado Central (CDEC-SIC), Sergi Jordana, solicitó a la comisión de Trabajo del Senado reponer en el proyecto de reforma laboral un procedimiento para calificar como estratégicas ciertas empresas, para efectos de que sus trabajadores no puedan declararse en huelga.

Señaló que esta calificación se justifica para su sector por tratarse de servicios de utilidad pública, cuya paralización podría causar un grave daño al abastecimiento y salud de la población, y a la economía y seguridad del país.

Los representantes de la Asociación de Empresas Eléctricas A.G., Rodrigo Castillo, y de la Asociación Gremial de Generadoras, Daniela Gorab, coincidieron con Jordana.

Bernardo Fontaine: «Huelga sí, paralización no»
El economista Bernardo Fontaine propuso ayer permitir sustitución con trabajadores internos durante la huelga o con trabajadores externos, pero que esto signifique más costos para la empresa. Para el experto, la huelga no debe ser sinónimo de paralización y los servicios mínimos tienen que estar mejor definidos.

Además, planteó que puedan seguir existiendo grupos negociadores siempre y cuando la suma de los sindicatos tenga menos del 50% de los trabajadores de una compañía. Pidió reponer el concepto de «huelga pacífica» que estaba presente en el proyecto original y que se reponga el legítimo derecho al descuelgue.

Fontaine dijo que la mejora del proyecto puede ser una oportunidad. «Una buena reforma laboral impulsará de nuevo la anémica economía», agregó.