“En los tiros y aflojas” está la negociación colectiva de los trabajadores del sindicato del Consorcio Industrial de Alimentos S.A. (CIAL) holding que agrupa a las marcas de cecinas San Jorge, JK y La Preferida. Si la empresa no mejora su oferta, no se descarta la huelga.
El próximo 30 de julio será un día clave para los cerca de los mil asociados al Sindicato de Empresa CIAL. Ese día votarán si van o no a huelga dependiendo de la última oferta que hagan los dueños de la compañía, en cuyo directorio están reconocidas figuras de la Dictadura Militar como lo son Hernán Büchi y Carlos Cáceres, según lo señalaron los dirigentes sindicales.
“Estamos en status quo”, dijo Carlos Cerda, presidente del sindicato, explicando que “estamos en la etapa de las conversaciones con la empresa. Les presentamos un proyecto y la empresa ha estado ahí, dilatando. Nos ha dado respuesta y después la saca. Por ahora, nos están ofreciendo un reajuste del IPC. Tal como están las cosas, sin expectativas, hoy, en este minuto, estaríamos en huelga”; pero entendemos que en algún momento la empresa soltará algo más”
El dirigente, anunció que este sábado 18 de julio, está programada una asamblea para contar a las bases, los avances del proceso. Si la empresa no mejora un poco más su oferta, es probable que los trabajadores se vayan a huelga.
El gremio agrupa a trabajadores de las áreas de Producción, Mantención y Distribución de las Plantas 1 (Pudahuel) y 2 (Quilicura). La CUT los está asesorando y prestando todo su apoyo a sus demandas.
En tanto, Fernando Alarcón, tesorero del sindicato, fue enfático en precisar que los trabajadores no están pidiendo algo “estratoférico, no fuimos con el tejo pasado. Fuimos bastante austeros, presentamos un proyecto bastante aterrizado”.
Sencillamente, recuperar beneficios que perdieron tras la huelga que realizaron en diciembre del 2008, incremento de los montos del Bono Nocturno y de Movilización y un reajuste inicial del 6%, son sus legítimas demandas.
“Tenemos la mejor voluntad pero a veces no basta solo con voluntad. Hemos sido bastante responsables. La huelga no es buena ni para la empresa ni para los trabajadores; para nadie es buena. Aquí debe haber voluntad de los trabajadores y la empresa tiene que hacer un esfuerzo, independiente de que hoy la Economía no sea la mejor. Pero en cuanto a las cifras, creemos que la empresa sí lo puede hacer. Ha crecido mucho”, explicó Alarcón, calificando la actitud de la compañía como “un egoísmo de parte de la alta dirección”.