Multisindical se reunió ayer con la ministra del Trabajo, quien aclaró que el llamado al diálogo de la Presidenta Bachelet tiene que ver con explicar a todos los actores los alcances del proyecto.

Juan Pablo Palacios.

Con dudas y desconfianzas llegó ayer la directiva de la Central Unitaria de Trabajadores a reunirse con la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, luego que el viernes en el consejo de gabinete la Presidenta Michelle Bachelet instruyera más diálogo en el proceso de debate de la Reforma Laboral

“La conversación partió tensa, la presidenta de la CUT (Bárbara Figueroa) pidió explicaciones de qué significaba más diálogo en la Reforma Laboral. Afortunadamente el Gobierno tomó en cuenta ese reclamo y sinceró lo que se va a hacer en el tiempo de discusión en el Senado”, dice un personero que estuvo presente en el encuentro de ayer.

Tras la cita que se extendió por una hora y media en la cartera de Huérfanos 1273, la timonel de la multisindical, Bárbara Figueroa, dijo que “se nos ha señalado que efectivamente hay un compromiso con la Reforma Laboral, con los tiempos establecidos para su debate, que habrán eventualmente indicaciones, pero que éstas buscan perfeccionar el proyecto de ley, poder resolver aspectos que estaban de alguna manera mal abordados o que permitían interpretaciones ambiguas de algunos aspectos”.

Detalló que desde el Gobierno quieren “precisar” aún más la redacción en materia de servicios mínimos para hacer “tremendamente compatible el derecho a huelga con la no arbitrariedad en esta lógica de servicios mínimos y turnos de emergencia”.

Figueroa dijo que también se les confirmó que el plazo para la aprobación del proyecto de ley del próximo 31 de agosto “se mantiene, aunque se podría ver afectado en 1 o 2 semanas dado el carácter del debate que se está dando en el Senado”. Agregó que “el proyecto debe estar despachado antes de la discusión del Presupuesto 2016”.

Posteriormente, la ministra Rincón reforzó el mensaje de que “no ha estado, ni está en riesgo esta agenda, que creemos es necesaria, en el contexto de tener relaciones laborales modernas, acorde tanto con los indicadores OIT como con los países desarrollados con los cuales nos miramos permanentemente”.

Añadió que “todos los perfeccionamientos que se hagan (en el Senado) tienen que ser conversados al interior el gobierno y con los distintos actores”.

Trastienda

Según fuentes que estuvieron presentes en la reunión, tanto la CUT y el Ejecutivo coincidieron en que el proyecto despachado por la Cámara de Diputados es el piso de la discusión en el Senado.

Asimismo, la precisión que hizo Rincón respecto de que los perfeccionamientos apuntarán a correcciones en la redacción de servicios mínimos y extensión de beneficios “nos deja tranquilos, aunque hay que seguir atentos al debate”, dicen desde la multisindical.

Pero donde sí hubo una señal de que habrá ajustes mayores es en el tratamiento que da a las Pymes la reforma. “La ministra Rincón reconoció que en el proyecto hay un problema con las Pymes y nos dio a entender que habrán cambios mayores en ese tema”, dice un dirigente de la CUT.

La aprensión manifestada por Trabajo viene acompañada de reuniones en los últimos días con los gremios Pyme y tiene asidero con la misma preocupación que hace unas semanas también manifestó el titular de Hacienda, Rodrigo Valdés. En el entorno del jefe de las finanzas públicas dicen éste no quedó conforme con el esquema que da el proyecto a las empresas de menor tamaño.

Algunas asociaciones gremiales del sector rechazan absolutamente la Reforma Laboral y han pedido ser diferenciadas de las grandes empresas.

Rechazan cocina

Un llamado a los senadores “para mantener los ejes esenciales de la reforma laboral y no caer en las presiones y tentaciones del empresariado” formularon los diputados DC René Saffirio y Patricio Vallespín. Ambos respaldaron lo señalado por el jefe de la bancada DC, Ricardo Rincón, quien señaló no estar disponible “para una nueva cocina al estilo del senador Zaldívar”.

“Esperamos que los senadores no caigan en las tentaciones planteadas por el empresariado cambiando lo esencial de la reforma. Este es un proyecto que apunta, tal como lo dijimos al aprobarse en la Cámara, a un desarrollo de relaciones laborales más simétricas, justas, modernas y equilibradas. Pretender los ejes centrales de la reforma e incluso ceder a algunas propuestas del empresariado como el fin del derecho de los trabajadores a su indemnización o el seguro de cesantía, solo confunden el escenario y no contribuyen a sacar adelante una reforma clara y precisa que se refiere a los derechos colectivos de los trabajadores”, dijeron los diputados DC.