Dirigentes gremiales califican como un “gesto de sinceramiento” anuncio de la Mandataria de priorizar la agenda del gobierno.
Por Karen Peña y Denisse Vásquez.
Un espaldarazo transversal tuvo en el mundo empresarial el nuevo tono que imprimió el gobierno en su discurso oficial tras encabezar un nuevo consejo de gabinete el pasado viernes.
Haciendo frente al complejo escenario que enfrenta la situación política y económica del país, la presidenta Bachelet anunció sin tapujos un giro de cara a lo que será su «segundo tiempo» en el gobierno: jerarquizar la agenda oficialista, lo que implicará sacar a la pizarra su programa para realizar ajustes y fijar una hoja de ruta a la luz del momento actual.
Para el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), Segismundo Schulin-Zeuthen, es positiva esta nueva señal de la mandataria. Básicamente, porque dado que los recursos son escasos y las necesidades múltiples, era necesario definir qué proyectos serán priorizados. «Tenemos que pensar a futuro, porque las reformas no se hacen todos los días. Entonces, tenemos que hacerlo con una visión de futuro que permita a Chile seguir creciendo y nos permita a nosotros mantenernos dentro de las mejores prácticas», enfatizó.
Eso sí, dejó en claro que más que un «freno» a las iniciativas, lo que realmente se necesita son buenas reformas y tener buenos proyectos. Por ejemplo, «una reforma tributaria que obtenga lo que estaba presupuestado, tres puntos del PIB, pero que en definitiva sea una buena reforma. Hoy día hay contradicciones muy grandes y ya el gobierno se ha abierto a discutirlo», señaló.
En el terreno laboral, explicó, se debe buscar una «buena reforma, que no sólo se preocupe de los que tienen trabajo, sino que se preocupe de los que no lo tienen, y de cómo esa reforma laboral nos va a permitir proyectarnos en los próximos 20 años», puntualiza.
Desde la vereda agrícola, en tanto, fue interpretado como un gesto de sinceramiento y de «asumir las riendas» el nuevo reordenamiento del Ejecutivo. El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo, aseguró que les gustó «ese gesto de honestidad de la presidenta. La ansiedad nos llevó a apurarnos cuando no estaban las condiciones», indicó.
Por esto, precisó que en medio de este contexto necesariamente «tenemos que conciliar igualdad con crecimiento, con recursos, porque para que la igualdad sea posible debe haber recursos para que la sustenten; nos estábamos quedando sin recursos».
Pero, descartó de plano una «reforma a las reformas». «La tributaria se está comenzando a cambiar no en el propósito de obtener los recursos sino en la forma de aplicarla, que es muy engorrosa. Y eso es lo que hay que hacer, simplificar las cosas para adecuarlas a nuestra realidad. Son procesos que no hay que apurarlos», recalcó.
Su par de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Ricardo Mewes, también valoró el giro en el timón. Así como se concretó un cambio de gabinete, planteó que las señales que también se esperaban por parte de la jefa de Estado, finalmente se concretaron. Ahora, dijo, «hay que ver cómo se hacen las bajadas» en las diversas temáticas y asegura que se debe esperar con «cautela» lo que trazará Bachelet para apostar por un cambio en las expectativas.