Informe de ComunidadMujer, basado en el estudio del World Economic Forum:

Todos los años, el Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF) publica el Índice de Competitividad Global, estudio que analiza una serie de variables. Una de ellas es la brecha salarial entre hombres y mujeres por realizar la misma labor.

En concreto, lo que mide el organismo internacional es la «Igualdad salarial por similares trabajos», medición en la que Chile, prácticamente, no ha variado en casi una década, según lo evidencia el último informe de ComunidadMujer, que hizo un seguimiento a los resultados del WEF en los últimos nueve años.

En 2006, Chile ocupó el lugar N° 100 en un ranking de 115 países, mientras que en 2014 ostentó la posición N° 128 de un total de 142 en el mencionado indicador sobre brecha salarial a igual labor.

Esto quiere decir que la igualdad remuneracional en Chile ha fluctuado entre 0,48 y 0,5 puntos entre 2006 y 2014, en una escala que va de 0 a 1, donde 1 es la mejor medición y mayor igualdad de salarios entre hombres y mujeres. Sin embargo, este último puntaje, ningún país lo alcanza. La menor diferencia en 2014 la obtuvo Burundi (0,83 puntos), mientras que países como Canadá y Nueva Zelandia obtuvieron 0,72 puntos en su brecha salarial.

El puntaje lo calcula el WEF, sobre la base de una variable cualitativa obtenida de la Encuesta de Opinión a Ejecutivos. La pregunta puntual es: «en su país, por un trabajo similar ¿en qué medida los salarios de las mujeres son iguales a los de los hombres?».

Paula Poblete, directora de Estudios ComunidadMujer, sostiene que la revisión de los resultados del WEF enciende luces de alerta para Chile. «Aunque las mujeres en todo el mundo ganan menos que los hombres y la demanda por igualdad salarial es común a la mayoría de las naciones, en nuestro país el tema reviste aún mayor gravedad», advierte.

El 8 de junio, en la Cumbre del G7 en Alemania, los países se comprometieron a reducir las diferencias salariales de género en 25% para 2025, y pidieron a las empresas poner en práctica los «Principios para el Empoderamiento de las Mujeres».

En su último reporte, ComunidadMujer agrupa en las áreas de productividad, discriminación y normativa las medidas que deben tomarse en el país para enfrentar este tema. A nivel legal, enfatiza nuevamente en la necesidad de reformar el artículo 203 del Código del Trabajo para ampliar la cobertura del beneficio de salas cuna. Hoy, esta norma señala que los establecimientos que ocupan 20 o más trabajadoras de cualquier edad o estado civil deberán proveer el servicio de sala cuna.

A juicio de ComunidadMujer, el cambio al artículo 203 -que fue comprometido en el programa de gobierno de Michelle Bachelet pero sin embargo aún no se traduce en un proyecto- es fundamental para disminuir los costos de contratación de mujeres. En la administración de Sebastián Piñera se evaluaron varias opciones, incluso echarle mano a algunos recursos del seguro de cesantía para ampliar el universo de beneficiarios de este aporte para sala cuna. Sin embargo, no se envió ninguna propuesta al Congreso.

Una alternativa a discutir, según ComunidadMujer, es crear un fondo solidario que se constituya con aportes escalonados de las empresas, del Estado y de trabajadores y trabajadoras. Actualmente, por ley, el costo de la sala cuna es del empleador.