Aún no se reactivan 39 operaciones de la pequeña minería de la zona. Gran y mediana minería trabajan al 100%, pero falta avanzar en conectividad vial.

Por Constanza Pérez-Cueto V.

A inicios de abril un informe de BBVA Research adelantaba los efectos que el temporal que azotó a la zona norte del país a fines de marzo, tendría en el sector minero.

El análisis apuntaba a que los impactos del desastre en los indicadores sectoriales agregados no serían homogéneos, concentrándose en la actividad minera y en la construcción, áreas que están sobrerrepresentados en las regiones afectadas (II, III y IV) en relación con su tamaño.

En efecto fue así. Tras el temporal, al menos 13 faenas de la gran minería, asociadas al Consejo Minero, fueron paralizadas por cortes de electricidad, retomando sus operaciones en un corto plazo. Situación similar vivió la mediana minería, donde también hubo inundaciones y operaciones que tuvieron que parar, aunque con una pronta recuperación, siendo Punta del Cobre, en la Tercera Región, la última que retomó la marcha, a mediados de abril.

Sin embargo, los que más sufrieron las consecuencias del temporal fueron los pequeños mineros de la Región de Atacama y de la localidad de Taltal, en la Segunda Región.

Según un catastro del Ministerio de Minería, el 90% de las operaciones pertenecientes a este segmento y ubicadas en la Región de Atacama, resultó perjudicada por el evento, principalmente las localizadas en Diego de Almagro, Chañaral y El Salado.

El estudio también da cuenta que del total de faenas de la pequeña minería que fueron catastratadas (507), 149 quedaron en situación de inaccesibilidad (sin daño, pero sin conectividad vial) o dañadas (anegamiento o pérdida de equipamiento) al momento del siniestro.

Los avances

La situación en la actualidad ya recupera casi por completo la normalidad.

Según el catastro, de las 507 operaciones de la pequeña minería que se analizaron, 468, es decir el 92%, se encuentra operativa (sin daño, pero sin entregas de cobre a Enami) o normalizadas (operando y entregando mineral). Mientras que 36 permanecen inaccesibles (7%) y sólo tres presentan daños (1%).

“Luego de las acciones conjuntas con nuestros servicios, hoy podemos decir que casi la totalidad de las faenas de la pequeña minería se encuentran normalizadas y operativas”, destacó la ministra de Minería, Aurora Williams.

El vicepresidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Patricio Céspedes, concuerda con la cifra que entrega la cartera.

“Se estima que el 90% de las faenas han recuperado su capacidad de producción y transporte de minerales, aunque no todas operan por el hecho de que algunos productores han privilegiado los trabajos de recuperación de sus viviendas y localidades”, explica.

En cuanto a la recuperación de caminos, añade que han participado tanto Vialidad como empresas de la gran y mediana minería.

“Los aluviones de marzo afectaron de manera importante las rutas de acceso a las faenas de pequeña minería ubicadas entre Taltal y Vallenar, aunque no tanto a las faenas propiamente tal, lo que significó una merma en la entrega de minerales a las cuatro Plantas que tiene Enami en esta zona”, indicó.

Ayuda estatal

Como medida de apoyo al sector, a través de Enami, el Estado entregó créditos de emergencias y anticipos a los pequeños productores afectados por más deUS$ 4,5 millones. De éstos, US$ 1,59 correspondieron a créditos de emergencia distribuidos en 112 operaciones, mientras que los anticipos entregados beneficiaron a 273 productores por más de US$ 3 millones.

Asimismo, el Ministerio de Minería entregó $ 1.200 millones para ayudar a los pequeños mineros afectados en su labor productiva, a través de una línea de emergencia de los programas “Pamma”.

En ese sentido, Céspedes sostuvo que “Enami ha apoyado fuertemente la reactivación productiva de la pequeña minería a través de sus acciones de fomento, particularmente créditos de emergencia, créditos de operaciones, proyectos de apoyo a la producción segura y anticipos especiales”.