Gonzalo Grebe, gerente general de CLC:

CLC duplicó sus instalaciones y en 2016 abrirá un nuevo centro médico en Peñalolén, que se suma al de Chicureo. Para alimentar esta nueva infraestructura prepara un nuevo seguro para los afiliados al sistema público de salud.

Por BERNARDITA AGUIRRE.

La Clínica Las Condes (CLC) está en expansión. En su sede central de Estoril se invirtieron US$ 200 millones para duplicar la infraestructura que pasó de 96 mil m² a más de 210 mil m². Además, a fin de este año comenzará a construir un nuevo centro médico en un terreno en Peñalolén de 17 mil m² ubicado en Los Presidentes con calle Consistorial.

En él se invertirán US$ 12,5 millones para levantar un edificio de 2.500 m² que tendrá un centro médico de atención de 24 horas y además un sector con consultas de especialidad, más servicios de apoyo como radiología y toma de muestras.

Este nuevo centro de salud, que se espera esté operativo en el último trimestre de 2016, replicará el que tiene CLC en Chicureo desde 2010 y que hoy suma 5 mil atenciones mensuales.

Mientras, en la sede central de CLC se ha ido habilitando por etapas el nuevo edificio. Este año partió con 88 nuevas camas, 32 de ellas de cuidado intensivo (UCI) y 56 camas de cuidado intermedio (UTI), cuenta el gerente general de CLC, Gonzalo Grebe, quien suma once años en este centro asistencial, seis de ellos a la cabeza de la administración del recinto.

-Con esta inversión, ¿cómo se asegura a los pacientes que no habrá una sobreprescripción de atenciones?

«La infraestructura no se sustenta en consumo ilegítimo de salud. Al contrario, en Chile la población está envejeciendo y en la medida que la población envejece gasta más en salud. Cuando analiza la oferta de camas disponible en Chile y en la región Metropolitana, en relación con cualquier país desarrollado, se da cuenta de que la brecha es tremenda. Por otro lado, este es un país que constantemente crece y el gasto en salud es mayor que el crecimiento del producto interno bruto».

-¿Cuánto más que el PIB crece la demanda en salud?

«En Chile crece un 30% más. Si el PIB crece un 5%, la demanda en salud crece un 6,5% en promedio».

-¿Cuándo esperan tener plenamente operativa la nueva infraestructura?

«En la medida que crezca la demanda. La tasa de crecimiento de la actividad de la clínica es del orden de 8% a 12% al año y si eso lo logra sustentar con todas las acciones que estamos haciendo, la infraestructura de aquí a cinco o seis años estará 100% ocupada».

-Según la Memoria de la clínica, sus utilidades cayeron un 19% en 2014 respecto del año anterior.

«La inversión realizada y la habilitación de esta megainfraestructura impactaron en la utilidad de la compañía. Si mira el primer trimestre de este año, la utilidad cayó un 60%, pero siguen aumentando la actividad y las cifras de venta de la compañía».

Los seguros crecen

En CLC hay 120 mil personas aseguradas. Más de cien mil de ellas tienen el seguro catastrófico, lo que convierte a CLC en el mayor asegurador individual del mercado. Este seguro catastrófico tiene beneficios adicionales asociados como el copago cero en la urgencia.

-¿El tener un seguro con copago cero induce a un mayor uso?

«Estos no son productos que lo que pretenden es inducir consumo no legítimo. La gente no viene al doctor por gusto, viene porque le pasa algo o tiene un problema. El seguro lo que pretende es, desde el punto financiero, facilitar el acceso a Clínica Las Condes».

-¿Estos seguros operan con isapre o Fonasa?

«Los seguros complementarios operan post isapre. Dentro de la cartera de afiliados del seguro catastrófico hay algunos afiliados a Fonasa porque durante un tiempo se vendió a ellos. Lo que se comercializa hoy son seguros solo para personas con isapres. Pero está dentro de nuestra cartera de desarrollo de productos, en los próximos meses, esperamos, ofrecer productos para la población de Fonasa».

-¿Por qué se orientarán a ellos? «Hoy tiene un 80% de la población con Fonasa y un 20% de la población con isapre, pero resulta que el 50% del consumo en el sector privado de salud lo hacen pacientes de Fonasa. El paciente de Fonasa no siempre está asociado a gente de bajos ingresos».

-¿Será un nuevo seguro? «Es un nuevo producto de la compañía de seguros enfocado a la población de Fonasa. Puede ser un catastrófico, pero por el hecho de que es para una población que tiene otro nivel de cobertura, probablemente eso tenga un impacto desde el punto de vista del precio, de la prima o de los beneficios. Eso lo estamos estructurando para una población objetiva de CLC».

-¿Cuál es el mercado objetivo de CLC?

«Por nuestro posicionamiento geográfico estamos enfocados a los sectores de altos ingresos, pero siempre en el entendido de que por los servicios que nosotros damos existe espacio para resolver las patologías y los problemas de salud de mucha más población, Por eso tenemos convenios con el sistema público para la compra de camas. El 5% de nuestros pacientes llega derivado de hospitales».

Reforma de salud

-¿Afecta a CLC la falta de una reforma al sistema de salud privado?

«La indefinición en este aspecto afecta a las clínicas porque mal que mal los pacientes pueden acceder a las clínicas a través de sus sistemas de salud».

-¿Se requieren cambios en el sistema de isapres?

«Creo que un sistema que no crece o lo hace marginalmente es un sistema que requiere cambio, porque los sistemas que no crecen terminan contrayéndose y mueren. Con eso los únicos afectados son las personas».

-La reforma ha planteado regular los seguros de las clínicas. ¿Cómo ven eso ustedes?

«Debe haber una regulación completa. Tiene que haber una regulación para la relación entre isapres y prestadores, sobre todo si están vinculados en términos de propiedad y eso entendemos que tiene una contra medida que es regular la relación de las clínicas con sus compañías de seguro. Nosotros defendemos la libre competencia».

La nueva urgencia opera como un centro médico
El nuevo centro de salud de Peñalolén funcionará las 24 horas, pero no se llamará urgencia. Es que estos servicios han cambiado, y la verdad es que lo que ahí se atiende es cada vez menos una emergencia. Así lo explica el gerente general de clínica Las Condes (CLC), Gonzalo Grebe, quien dice la urgencia se ha acomodado a la necesidad del paciente.

«La conducta del consumidor ha cambiado, ellos ya no quieren adecuarse al horario del doctor y vienen al servicio de urgencia en función de su disponibilidad de tiempo», explica Grebe, quien agrega que desde hace diez años crecen en estos servicios las atenciones de baja complejidad.

-¿Cómo maneja la clínica esa urgencia que no es realmente una emergencia?

«La urgencia no la determina la clínica, la determina el paciente y eso no tienes cómo regularlo. Nosotros no nos vamos a negar a atender a esa gente».

-¿Pero la urgencia está funcionando como una consulta por orden de llegada?

«Sí, pero siempre frente a una dolencia. No es el control del niño sano, el niño con fiebre que necesita ir al pediatra podría venir».

-Esta nueva realidad, ¿cambia la forma de operar la urgencia?

«Sí, hay un sistema de clasificación de pacientes en función de la complejidad de su problema, que si es necesario deja en espera a los que pueden esperar».

-¿Esto es común en el mundo?

«En Estados Unidos, los servicios de urgencia no tienen los tamaños que posee acá. Pero allá hay otros modelos, de centros médicos fuera del centro urbano, que es un mix que hoy día tienes en estos servicios de urgencia.