La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, reiteró las críticas a la flexibilización de la jornada laboral y las horas extras.

Por Carlos Agurto.

La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, defendió que la negociación ramal o interempresas debe estar incluida en el proyecto de reforma laboral, durante el discurso realizado esta mañana ante el plenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra.

La dirigente sindical planteó ante esta instancia que durante la discusión de la reforma se han logrado avances «pero es importante señalar también que nos preocupan normas dentro de éste que podrían atentar contra los derechos de los trabajadores».

«Hemos sido críticos de introducir en este proyecto, medidas como pactos para flexibilizar la jornada de trabajo y horas extras, una de las primeras luchas del movimiento sindical a nivel mundial», dijo Figueroae.

Del mismo modo, «hemos señalado que si de libertades sindicales se trata, éstas no son plenas si los trabajadores no podemos organizarnos más allá de las fronteras de la empresa», añadió.

Figueroa señaló además que creen en el derecho de los trabajadores a organizarse y negociar, «pues entendemos que esto va en directo beneficio de nuestra sociedad, al existir más espacios para el diálogo en cuestiones como productividad, capacitación, seguridad laboral y niveles salariales».

En tanto en Chile, el vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz, no descartó realizar una movilización en caso que no sean escuchadas sus demandas en el Congreso y la iniciativa se mantenga tal cual salió de la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja.

El dirigente sindical planteó que los puntos fundamentales que deben ser considerados en el proyecto son: la eliminación de los pactos de adaptabilidad, que el piso mínimo de negociación de los reajustes salariales considere el IPC, que la titularidad sindical sea a favor de los trabajadores y no de los empresarios, y que no se establezcan servicios mínimos más allá lo que establece la OIT.

«Nosotros tenemos una mala impresión del proyecto y hemos establecidos cuatro temas mínimos que tiene que ser eliminados, de lo contrario, nosotros efectivamente estamos convocando a una movilización nacional para los primeros 15 días de julio», aseveró.

Díaz planteó que esta reforma laboral buscaba beneficiar a las víctimas y no a los victimarios. Sin embargo «aquí se está favoreciendo al empresariado y no al mundo del trabajo. Eso es impresentable».

Por esta razón, el vicepresidente de la CUT hizo un llamado a la dirigencia sindical y los trabajadores a presenciar la votación en Sala de la Cámara Baja la próxima semana. «Nosotros vamos a pelear este proyecto de derechos laborales y lo haremos en la Cámara de Diputados, en el Senado y en la calle».

Respecto a las conversaciones que sostuvo la presidenta de la entidad sindical, Bárbara Figueroa, con el presidente de la CPC, Alberto Salas, durante la gira de la Presidenta Michelle Bachelet a Europa, Díaz planteó que la líder de la CUT «coincidió en un viaje, pero no tiene nada que ver con una cercanía. Entre la CUT y la CPC hay muchísima distancia, tenemos muchas diferencias».

«En la CUT pueden haber matices, pero nosotros no estamos divididos en el compromiso que tenemos que esta reforma sea a favor de los trabajadores y no a favor de los empresarios. En eso tenemos una sola opinión», concluyó.