El presidente de Empresas MasVida espera que la judicialización del reajuste sea baja. Destaca que si afiliados recurren al regulador, en lugar de la justicia, se evitan gastos por costas.

Kharla Caniupán.

La estrategia que presionó a la industria de las isapres durante ocho años llegó hace algunos meses a su fin. Y es que Isapre Masvida tras un largo período sin reajustar sus precios (sólo por la UF), finalmente comunicó al mercado que los valores de sus planes subirían, en promedio, 6% por sobre la UF.

El presidente de Empresas Masvida, Claudio Santander, reconoció ayer en el seminario “Reforma de la Salud, los cambios que vienen para el sector privado”, organizado por Alumni de Posgrado de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, que “la estrategia fue súper buena, nosotros crecimos en 150 mil cotizantes, pero como estrategia general es mala, porque una buena no se puede imitar ni sustituir. La estrategia de no reajustar los precios la puede hacer cualquiera, por qué el resto de las isapres no lo hizo: por avaricia”.

Santander planteó que la entidad que encabeza intentó resistir lo más posible sin alterar los precios base de sus planes, pero el problema de no reajustar los precios fue que Masvida comenzó a acumular pasivos. “Uno tiene un plan pactado versus el sueldo. Entonces, mientras la remuneración crece, el plan no lo hace generándose una cuenta de excedentes, ítem que es un pasivo”, explicó Santander y agregó que el no reajustar los precios “es una estrategia que es finita”.

Congelamiento

Si bien el presidente de Empresas Masvida reconoció que hoy la judicialización para evitar el alza de planes por la vía judicial es un problema grave, indicó que durante este primer mes la cantidad de recursos que tuvieron fue una cantidad discreta. De 15 mil cartas enviadas han tenido 100 reclamos, lo que es un 0,66% de la cartera notificada.

“Hay una parte importante de nuestros cotizantes que comprende que la empresa hace un gran esfuerzo por reajustarnos y, por lo tanto, no han ido a recursos de protección. Ahora, sí uno ve en la competencia, Cruz Blanca tiene 360 mil cotizantes y tiene alrededor de 70 mil”, dijo Santander.

Mientras para la industria el principal problema que enfrentan hoy no es sólo el congelamiento de los precios, sino las costas que deben pagar a los abogados que patrocinan las causas. Santander, por su parte, explicó que Masvida aún no ha dimensionado el gasto, porque hay parte importante de estos recursos que han ido a la superintendencia y no a la Corte de Apelaciones. Entonces, cuando el ajuste de precios se resuelve a través de la mediación, eso no implica costo para la isapre, explicó.

Además, se declaró confiado en poder revertir los fallos de la Corte de Apelaciones, que principalmente se ha inclinado en la falta de claridad de la industria para justificar los reajustes de los planes: “Tenemos bastante información que sí justifica el alza: fue una decisión técnica producto de que se nos acumularon los pasivos”.

Cambios urgentes

Para el presidente de Empresas Masvida el escenario hoy “no está para bollos” y lo más probable es que la reforma a las isapres sea una ley corta que aborde el problema para el reajuste de precios de los aseguradores privados de salud y las pre-existencias.

No obstante, no es éste el mayor problema que enfrenta la ministra de Salud, Carmen Castillo, según Santander, sino que éste reside en la salud pública. “No me gustaría estar en el cargo de la doctora Castillo, como ministra de Salud, porque tiene una potencialidad de incendio en cada esquina; los hospitales públicos no están bien, los índices de satisfacción de las personas es muy bajo con respecto de lo que se está haciendo y la cantidad de dinero que se ha invertido es importante”.