En su primera entrevista aborda las críticas que se han hecho a las clínicas por no contener costos y subir sus precios a las isapres. Entre sus desafíos están que la población conozca el aporte que realizan las clínicas privadas al sector salud y que las autoridades tengan conocimiento de su quehacer.

Por Kharla Caniupán.

Menos de un mes lleva Alfredo Schonherr como presidente de la Asociación de Clínicas. El dirigente gremial, que reemplaza a Mario Rivas, ejecutivo que asumió la gerencia general de Empresas Banmédica tras la salida de Carlos Kubick, advierte que aún está interiorizándose sobre el sector, y que respecto los desafíos la opinión fue consensuada al interior del directorio, no así otros temas, en que habla a título personal.

No obstante, Schonherr es enfático al destacar que la salud en Chile ha funcionado, aunque sea de forma no perfecta. Por esto, plantea que “uno tiene que ser optimista y creer en su país, (por eso) quiero creer que vamos a hacer las cosas para perfeccionar esto (el sistema de salud), pero que no vamos a borrar todo lo hecho porque sería un tremendo error”. En su primera entrevista a la cabeza de la Asociación de Clínicas, el ingeniero aborda sus desafíos y el estado en que se encuentra el país.

¿Cuáles son los principales desafíos de su gestión?

Convertir a esta asociación en un referente de salud; que en el fondo, que la población conozca lo que hacen las clínicas privadas al sector salud, y por qué no decirlo también, lograr que las autoridades tengan un buen conocimiento de nuestro quehacer.

En el plano más inmediato, tenemos un gran desafío: poder influir o ser escuchados en la anunciada reforma a la salud. Por supuesto, compartimos la necesidad de hacer cambios pero también para ser franco, hay cosas que uno escucha y ha oído que nos preocupan.

Concuerdan con los cambios pero les preocupan cosas…

Es cierto que el sistema de isapre requiere modificaciones: transparentar de verdad los precios de los planes de salud, de las preexistencias y solucionar la movilidad entre las isapres. ¿Qué nos preocupa a nosotros? Lo que se ha escuchado o leído, porque oficialmente no conocemos nada. Nos preocupa cuando se habla que la intención es que haya un asegurador único que establecería un plan de salud mínimo que conllevaría la atención en redes. Eso preocupa en dos aspectos: el prestador único de salud no nos gusta, porque creemos que siempre es bueno que haya competencia. Y menos nos gusta que la atención, si se define así como plan de atención mínima, sea sólo en redes. Porque significa que se acaba la libre elección. Y si voy más allá y me pongo más osado, eso podría terminar hasta en fijación de precios; cosa que obviamente no nos parece.

Una crítica que se les ha hecho es la contención de costos. Hay isapres que han planteado que son portavoz de las malas noticias y que no tienen cómo pelearle a las clínicas.

Voy a ser atrevido, ese es uno de los temas que yo tengo aquí (apunta su cabeza), que hay que revertir porque no es correcto. Un dato, los precios de las clínicas -entiendo por precios, los unitarios que figuran en las listas de precios disponibles para el público; cuánto vale el día cama, el hemograma, etc- por prestaciones, subieron un 0,65% en promedio en 2014.

Entonces, desde nuestro punto de vista eso es lo lamentable, y vuelvo a lo que dije al principio, sobre que la población nos conozca y esté bien informada, porque el cuento es un circuito lógico. Las isapres dicen “los prestadores subieron los precios, nosotros no tenemos cómo seguir operando si no subimos los precios”, y efectivamente si yo escucho eso suena de mucha lógica.

El tema es que una cosa son los precios y otra el gasto en salud. Y las isapres, efectivamente, su gasto en salud le ha crecido por varias razones.

¿Cuáles?

Porque la población ha envejecido y la frecuencia le ha aumentado significativamente, pero eso no tiene nada que ver con los precios, sino con la mayor necesidad de prestaciones que tiene un hombre o una mujer a medida que avanza en edad. El gasto en salud también tiene que ver con el tema de las licencias médicas (…) ítem muy importante y que crecieron 11%, entonces son dos temas distintos.

Y esa en el fondo es la tarea: convencer a la población de cómo es la cosa; porque el cuento este de que las clínicas subieron los precios es lo más simple. Ahora, yo con eso no estoy diciendo que puede que haya una clínica que haya subido los precios, no lo sé. Pero lo que sí sé es que si medimos la media el aumento de precios fue 0,65%.

¿Hay un mea culpa por no haber dejado más claro este tema y entregar tanto espacio…

Creo que por distintas razones la asociación se quedó un poco dormida y, como en general, lo que ha creado polémica en los últimos años son las isapres, como que la asociación se puso cómoda: “Nosotros pasamos piola, nos vamos a quedar calladitos, para qué vamos a entrar”…

En ese sentido, ¿Qué le parece la visión que tiene el superintendente de Salud?

La verdad, me declaro un poco ignorante porque no lo tengo claro. Debo confesar que no he leído mucho al respecto, y que lo poco que he leído -dichas las cosas en chileno- de repente me ponen la piel de gallina, pero después lo noto bastante más pausado. En definitiva, no sé qué es lo que tiene internamente él aquí (apunta a la cabeza).

El último informe de costos de la Superintendencia indicaba que para quienes se atienden en prestadores relacionados, existe un mayor uso de prestaciones de quienes son beneficiarios de otras isapres respecto de los de la isapre. ¿Eso qué da a entender?

Que al superintendente no le gusta que las clínicas estén integradas a las isapres, a mi juicio.

¿Considera probable que la reforma a las isapres pueda llevarse a cabo en un entorno político y económico como el de hoy?

Sí. Las reformas, lo aprendí hace poco, dependen de la voluntad política. Creo que se puede hacer todo si el poder Ejecutivo y Legislativo están de acuerdo.

¿Hay voluntad política hoy para sacar adelante la reforma a las isapres?

Para una reforma acotada sí. Quiero creer que para una reforma gigantesca, que cambie todo, no hay voluntad.

¿De qué forma afectan los últimos escándalos a Chile? Se ha postulado que el país es más parecido al resto de la región…

Concuerdo un poco. Porque efectivamente los casos que han aparecido son muy lamentables, por muchas razones: hoy tengo mucho menos confianza que lo que tenía antes, hay personas a las que le creía y hoy no les creo nada. Se ha causado un daño a la imagen de la empresa privada -en la cual nosotros, me atrevo a decir, y yo personalmente creo- muy fuerte. Porque nos guste o no, los empresarios quedaron todos en el tapete. Y para el país es muy malo, pésimo. Espero que estos casos se investiguen hasta el final y que las medidas de transparencia efectivamente se lleven adelante. Si no fuera así, personalmente creería que somos muy parecidos al resto de los países de la región.