Cada persona debe tener claro que el puesto de trabajo no está asegurado de por vida y que las empresas, en un mundo competitivo y globalizado, toma muchas veces drásticas decisiones para rebajar costos y ser más eficientes.

Por Ricardo Pérez V.

Uno de los temores más grandes que tiene una persona es perder su trabajo. Sin embargo, todo empleado debe tener muy claro que su puesto no es algo que se pueda asegurar para siempre.

Además, ya sea por rebajar algunos costos o para ser más eficientes, muchas veces las empresas deben tomar la dolorosa decisión de despedir a personas, sobre todo en un mundo tan globalizado y competitivo como este.

Es por eso que es importante darse cuenta de algunas señales que puedan indicar que la continuidad de tu puesto de trabajo está en riesgo.

Según Roberto Aichele, senior associate de la consultora IT Hunter, “perder el empleo es uno de los grandes temores, no sólo por un tema de ingresos, sino también porque se interpreta como una derrota que, en algunos casos, produce frustración. Sin duda, ningún trabajador tiene la esfera de cristal como para saber con exactitud en qué momento dejará de formar parte de una organización. Sin embargo, es muy importante que el individuo preste atención a una serie de elementos del entorno que le pueden dar señales acerca de su futuro laboral”.

Para estar atentos, el especialista entregó los siguientes 5 factores a considerar:

1. La comunicación con su jefatura ya no es tan fluida como antes. Esto significa pasar de una comunicación frecuente, cercana y cálida con el superior a una comunicación esporádica, distante y fría. Fijarse en la actitud corporal del jefe también puede ser un indicio de lo que está sucediendo.

2. Las responsabilidades de su cargo han disminuido con el tiempo. Las atribuciones del puesto son cada vez menores y se reducen a labores básicas, sin que existan razones, aparentemente, justificadas para ese cambio. Asimismo, las funciones relevantes han pasado a manos de otro miembro de la organización.

3. Ya no es convocado a las reuniones habituales de su área. Si anteriormente su opinión era importante en los asuntos de su unidad, ahora usted es dejado al margen de las reuniones en las que solía participar.

4. Su nivel de acceso a los sistemas informáticos de la empresa han sido restringidos o eliminados. Esto se traduce en que los permisos que tenía antes para acceder computacionalmente a los datos e información estratégica y sensible de su organización han sido reducidos o anulados.

5. Es siempre el último en enterarse de las noticias relevantes de su unidad. Sus colegas están mejor informados que usted sobre los temas claves del área y sobre el futuro de la compañía.