Estas organizaciones reunirían a cerca de 50 mil trabajadores. Ayer los portuarios realizaron un paro de actividades que se extendió por más de tres horas como señal de advertencia. Dicen que el proyecto no refunda el Plan Laboral del ’79.

Por Pía Toro.

Una declaración pública firmada por 43 organizaciones sindicales, que abarcan del orden de 50 mil trabajadores y que reúnen, entre otras, a la Unión Portuaria, la Confederación de Trabajadores del Cobre, federaciones de trabajadores forestales, sindicatos de transporte de cargas, de comunicaciones y el comercio; más 5 académicos, como la ex directora del Trabajo, María Ester Feres, y el abogado José Luis Ugarte; y dos diputados (Gabriel Boric y Giorgio Jackson), es la primera señal de que la reforma laboral no va a tener un trámite fácil en el Congreso, pese a la valla sorteada anoche en la comisión de Trabajo de la Cámara Baja.

Ayer este grupo, que ha conformado una plataforma sindical ah doc para analizar y defender sus puntos frente a la reforma laboral, presentaron reparos a la iniciativa y criticaron el poco tiempo que asignó dicha comisión a las audiencias. De hecho, en su declaración señalaron que “nos encontramos con un proyecto que no cumple con la promesa de terminar con los lineamientos formulados por el Plan Laboral”.

“El proyecto de reforma laboral, tal como está formulado hoy, no refunda ni supera el Plan Laboral (de 1979), sino que lo mantiene y en otros casos profundiza su injusticia. Ello se explica porque los trabajadores no participaron de su confección, no se consideraron sus propuestas, y muchos ni siquiera serán escuchados en la Cámara de Diputados antes que este proyecto se empiece a votar. Si este proyecto no se lleva adelante con los trabajadores, ¿qué intereses serán entonces los que el Gobierno considerará?”, señaló la carta de las organizaciones.

Durante el encuentro, los gremios analizaron la posibilidad de llegar a una movilización nacional, la que podría desarrollarse a fines de marzo, antes que la iniciativa comience a ser discutida en particular.

Así lo confirmó el dirigente de la Unión Portuaria, José Agurto, quien dijo que “en algún momento, de no haber acuerdos (con el Gobierno), tendremos que hacer una movilización nacional, porque es la única forma de ser escuchados en este país”. Cabe consignar, que estas son organizaciones de sectores estratégicos en la economía del país.

Una señal de alerta la dieron ayer los trabajadores portuarios, que paralizaron sus actividades por más de tres horas en rechazo del proyecto de ley impulsado por el Gobierno. “Esto es una advertencia de que no aceptaremos más que nos “bypaseen”, que sólo nos consideren cuando requieren nuestros votos, pero no cuando queremos expresar nuestra opinión y esta sea realmente considerada. Si los políticos insisten en esa forma de hacer las leyes, a puertas cerradas, en cocinas, esto se pondrá peor”, indicaron desde la Unión Portuaria.

Puntos de la discordia

Entre los principales reparos manifestados por esta plataforma sindical, se encuentra el hecho de que no se haya considerado la negociación ramal. En este sentido sostienen que “(el proyecto) mantiene intacto el núcleo fundamental del Plan Laboral, que margina de la negociación colectiva a más del 50% de trabajadores del país que laboran en empresas en que no se reúne el quórum para constituir sindicatos y que sólo con una negociación por rama podrían quedar bajo la cobertura de un contrato colectivo”.

En cuanto a la adaptabilidad laboral, aseguran que el hecho de que el proyecto permita pactar jornadas laborales que hoy no están en la legislación, “sólo aumentará la precarización laboral”.

Un tercer punto es el de servicios mínimos. Acá rechazan la obligación otorgada a los trabajadores a reemplazarse entre ellos, proporcionando al empleador equipos de emergencia para atender “servicios mínimos” que garanticen la continuidad de la empresa. Además, critican la facultad de los tribunales de poner término a la huelga, ordenando la reanudación de faenas.

Al mismo tiempo, se oponen a las nuevas atribuciones de la Dirección del Trabajo, tanto por las mediaciones y sistema de arbitraje, como por la calificación de servicios mínimos. “Se complejiza aún más la negociación colectiva, se crean nuevas etapas y se promueve una excesiva intervención de la Dirección del Trabajo, llenando de obstáculos la acción sindical”, sostienen.

Y por último, rechazan las sanciones en materia sindical contempladas en el proyecto.

En los próximos días, este grupo de organizaciones sindicales se volverá a reunir para definir estrategias al corto plazo y buscar participar con indicaciones, a través de los diputados Boric y Jackson, en una nueva etapa en la discusión de la reforma laboral.