El ministro de Hacienda retomó el optimismo extraviado a fines de 2014 y el lugar escogido fue el primer foro Icare del año. Sin embargo, según el último LatinFocus Consensus Forecast, el promedio de las proyecciones privadas apunta a un PIB de 2,8%.
Por Carlos Alonso.
Tras los brotes verdes que han identificado en la economía, de a poco pareciera estar volviendo a Hacienda el optimismo que se extravió hacia fines de 2014. Así, avalado por los Imacec de 2,9% de diciembre y de 2,7% de enero bajo el brazo, el jefe de las finanzas públicas, Alberto Arenas, se animó a explicitar ayer, por primera vez en varios meses, que ve factible crecer sobre 3% este año, acortando la distancia con su apuesta inicial de 3,6% establecida en el Presupuesto 2015.
Si bien a principios de marzo el secretario de Estado había revelado esta información a los parlamentarios de la Comisión de Hacienda de la Cámara y el Senado, ahora el anuncio fue público. Y el lugar escogido para hacerlo fue el primer foro Icare del año: ¿Cómo viene el 2015?. “Espero que este año nuestra economía crezca en torno al 3%. Incluso podría ser algo mayor si es que se siguen afianzando los elementos que le han dado sustento a la recuperación. Cuidar este clima de cauteloso optimismo debe ser tarea de todos”, puntualizó.
Hasta enero Arenas se había limitado a decir que el PIB se expandiría un punto más que 2014, lo que hacía proyectar que, considerando el 1,8% con que cerró el año pasado, la actividad para 2015 sería inferior a 3%.
Pero, ¿cuáles son los elementos que están detrás de esta proyección? Según describió el ministro, el impulso de las políticas fiscal y monetaria contribuirá a que esta tendencia de recuperación de la actividad se consolide. A ello sumó que las expectativas, tanto de las empresas como de las personas, dejaron de deteriorarse hace algunos meses y muestran signos de mejora.
Arenas precisó que “en los próximos meses observaremos vaivenes en estos datos de actividad debido a las bases de comparación”, no obstante dijo que “lo importante es que no perdamos de vista que estamos en una trayectoria de ascenso gradual y que en promedio el crecimiento debiera ir al alza”.
Sin embargo, el promedio del mercado aún no acompaña su visión, ya que si bien las expectativas se han ido corrigiendo al alza, todavía no llegan a 3%. Así, lo reflejó el LatinFocus Consensus Forecast de marzo conocido ayer, el que pese a mejorar una décima respecto de febrero situó su proyección de PIB en 2,8% para este año. Del total de 27 entidades consultadas, apenas cinco ven factible una expansión de 3% o más durante este año. Además, las variables clave de consumo e inversión fueron corregidas a la baja.
Al respecto, el economista de Forecast Consultores, Ángel Cabrera, manifestó que mantiene su estimación de 2,4% para este año. “La inversión sigue cayendo, el consumo se mantiene estancado, además hay un deterioro de términos de intercambio y las expectativas continúan en terreno pesimista”, subrayó.
Por su parte Patricio Rojas, de Rojas y Asociados, sostuvo que “los antecedentes que muestra la actividad permiten afirmar que el crecimiento estará más cerca de 3% que de 2,5%, pero no podemos asegurar todavía que será sobre 3%”. Para Rojas, la ejecución presupuestaria será “crucial” para definir cuál será el crecimiento este año.
Quien sí validó la visión del ministro de Hacienda fue Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile, ya que para él es “perfectamente posible crecer sobre 3%”. De hecho, su estimación puntual es de 3,3%.
Inflación y tasa de interés
Las expectativas de mercado han comenzado a corregir al alza la proyección para la inflación. Primero fue la encuesta de expectativas del Banco Central que apuesta por un IPC a diciembre de 3,2%, mientras que LatinFocus Consensus Forecast la ve en 3%. En tanto, los instrumentos financieros la sitúan en 3,5%. Pese a ello el ministro Arenas destimó una mayor preocupación por este tema, indicando que las estimaciones para este y el próximo año se encuentran ancladas en el centro del rango del BC de 3%, y añadiendo que la política monetaria expansiva realizada por el ente rector ha permitido que la economía chilena tenga un ajuste sano.