Problemas hay en todas partes, pero siempre es mejor que el trabajo en equipo se dé en un buen entorno para que todo fluya y tanto trabajadores como empresa estén contentos.

Si lleva algunas semanas de reintegrarse al trabajo luego de unas merecidas vacaciones y viene cargado de energías, pero se encuentra con que el ambiente en la oficina está un poco tóxico, atento a lo siguiente.

El lugar donde se labora prácticamente es un segundo hogar para cualquier persona, pues son al menos 8 horas las que se pasan en ella, cada día de la semana, por ello, «uno de los elementos fundamentales, en el grado de satisfacción y compromiso que tenga un trabajador, es la disposición que muestre hacia su empleo y entorno», asegura Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de la consultora IT Hunter.

En este sentido, una de las primeras recomendaciones que entrega el especialista es mantener siempre una actitud positiva. «No hay que olvidar que nuestros pensamientos inciden en nuestros sentimientos y estos en nuestro comportamiento. De ahí que mirar siempre la mitad llena del vaso nos permite avanzar hacia nuestros objetivos», apunta.

Otro aspecto que menciona Toselli es dar señales y asumir actitudes de compañerismo hacia los colegas, como una forma de empatizar con ellos y confirmar que se es parte de un equipo, de algo mayor.

«Si bien una persona puede pertenecer a un área determinada, no puede pretender trabajar como una isla frente al resto de sus compañeros. Hoy, en muchas organizaciones, las personas además de lograr metas individuales, también deben conseguir metas grupales, como una forma de estimular la sinergia y el trabajo en equipo. Entonces, en la medida que exista empatía entre los individuos mayor es la probabilidad que tales metas grupales se cumplan con éxito», asegura.

Un tercer factor a considerar según el experto es que la persona desarrolle y ponga en práctica una buena comunicación hacia el resto de sus compañeros de trabajo, «ya sea para realizar consultas, aclarar dudas, pedir consejos, entregar retroalimentación, plantear soluciones y dar a conocer inquietudes, por ejemplo».

Un cuarto elemento a tener en cuenta se relaciona con mantener el orden y la higiene en el escritorio. «Es aconsejable siempre trabajar con el escritorio despejado, sólo poner sobre este aquellas cosas que vamos a ocupar. Una mesa de trabajo llena de papeles y carpetas puede generar una percepción de agobio o sensación negativa», indica el profesional.

Asimismo, contar con espacios o instancias para realizar actividades extra laborales también contribuye a que el ambiente del trabajo sea más grato para las personas.

«Cada vez es más común que personas que trabajan en la misma área o unidad, por ejemplo, se ponen de acuerdo para almorzar en grupo o para asistir a un happy hour un día a la semana, instancia en la que abordan temas ajenos a la oficina y sirve para cambiar de ambiente», concluye Toselli.