El hecho se suma a problemas generados por otros manifestantes que reclaman liberar recursos hídricos de la cuenca.

Un duro fallo, que pone en riesgo la continuidad operacional de Minera Los Pelambres, del grupo Antofagasta Minerals, emitió ayer el Juzgado de Letras y Garantía de Los Vilos.

El titular de la instancia declaró insuficiente el plan de obras presentado por la mayor operación minera del grupo Luksic para cumplir con la sentencia que a fines de octubre dictó la Corte Suprema, que ordenó tomar acciones para permitir el escurrimiento de las aguas del estero Pupío a Caimanes.
Ahora el juez local ordenó la demolición total o parcial del muro de contención del tranque de relaves El Mauro, algo que de concretarse implicaría paralizar la mina.

Ante el hecho, la empresa señaló rápidamente que apelará a la resolución, para demostrar que el plan es suficiente. Agregó que demoler la pared, que fue autorizada de acuerdo a la legislación ambiental y cumple todas las normas, provocaría grandes daños a la comunidad de Caimanes y al medio ambiente.

Entre otras cosas, implicaría la suspensión de las operaciones con todos los efectos que eso traería.
«Estamos seguros que nadie quiere esto, por eso vamos a presentar todos los recursos judiciales que sean necesarios para permitir que Los Pelambres pueda seguir aportando al desarrollo de la región y del país», explicó Diego Hernández, CEO de Antofagasta plc.

Este fallo se da en uno de los períodos más duros que la empresa ha tenido en varios años, ya que desde unas dos semanas habitantes de la comunidad de Salamanca han realizado manifestaciones, con cortes de caminos incluidos y efectos en la producción, pidiendo que la minera incorpore agua de mar en sus procesos y libere recursos hídricos.

El tema preocupó en la industria y el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, señaló que «nos cuesta comprender la impaciencia que ha derivado en este fallo imposible de cumplir sensatamente».
«El fallo deja a la empresa en un callejón sin salida; si no cumple el fallo se le podría acusar de desacato y si lo cumple, de daño humano y ambiental irreparable», agrega.

Razonamiento del juez
El juicio contra El Mauro comenzó en 2008, y en 2012 el tribunal de Los Vilos rechazó la demanda. Luego, en 2013, la Corte de Apelaciones de La Serena volvió a rechazar el recurso, pero finalmente en octubre de 2014 la Corte Suprema lo acogió.

Punto central del análisis del juez fue que la presencia del tranque imposibilita que el agua escurra libre de contaminación. Es más, dice que personalmente visitó la zona y las obras que actualmente desvían las aguas y las complementarias que se proponen impedirían el escurrimiento natural de las aguas.

«Las obras propuestas, que contemplan el perfeccionamiento de lo que ya existía al pronunciarse la sentencia de reemplazo y la incorporación de nuevas obras como establecimiento de tuberías y estanques, que constituyen obras del todo artificiales, no satisfacen lo ordenado por la Excelentísima Corte Suprema», dice el escrito.

Iván Arriagada: «Sinceramente, no entiendo la resolución del juez»

En su primera intervención como CEO de Antofagasta Minerals, Iván Arriagada explicó que las medidas propuestas al tribunal fueron aprobadas por las autoridades ambientales y sectoriales competentes. Además, dijo que habilitarían una planta y un nuevo estanque para el sistema de agua potable rural, que permitiría cubrir la necesidad de una población tres veces mayor. «Creemos que es un aporte a mejorar el sistema de almacenamiento y distribución de agua en Caimanes», dice.
-¿Qué le pareció la resolución?
-Nos parece que provoca un impacto mucho mayor que el que se pretende abordar con el fallo de la Corte Suprema. Esta decisión fue adoptada por el juez de Los Vilos sin considerar el informe de la Dirección General de Aguas ni un estudio pericial que el mismo había ordenado. Creo que la resolución no consideró correctamente todos los efectos que su decisión puede tener sobre la comunidad, el medioambiente y la actividad económica de la provincia y de la región.
-¿Cuáles son los pasos que vienen?
-Vamos a deducir todas las acciones legales posibles. Nuestra evaluación técnica indica que demoler la pared tendría impactos enormes sobre el medio ambiente y la comunidad. En primer lugar, exige saber qué vamos a hacer con los relaves que contiene el tranque, donde los vamos a depositar, conseguir los permisos y ver si es factible técnicamente. Hoy estamos operando normalmente y haremos esfuerzos para no tener que suspender el funcionamiento de Pelambres. Parar la operación de la mina nos obligaría a declarar fuerza mayor, terminar los contratos con proveedores de bienes y servicios, e incluso con nuestros propios trabajadores, si el problema se extiende.
-¿Qué implicancias podría traer la demolición?
-Traería más problemas para el medio ambiente y para la comunidad. Sinceramente, no entiendo la resolución del juez. El tranque El Mauro fue construido de acuerdo a los más altos estándares nacionales e internacionales, cumpliendo todas las normas ambientales. Durante estos años de funcionamiento, ha sido fiscalizado por organismos competentes, que han confirmado su correcta operación. No nos parece una decisión justa.
-¿Tienen otras opciones para sus relaves?
-No, no existe otra. En caso de emergencia, podemos utilizar el antiguo depósito Quillayes. Pero no reemplaza a El Mauro de ninguna forma. Además, siempre es posible que en otro lugar vivamos el mismo proceso que hemos vivido acá, con decenas de presentaciones ante los tribunales para intentar detener el funcionamiento de la compañía.
-¿Ven que la oposición es un tema generalizado o la presión de un grupo pequeño?
-Tenemos buenas relaciones con la mayor parte de la comunidad de Caimanes. No creo que exista una oposición generalizada, más allá de un grupo de vecinos que ha presentado distintas demandas desde 2008. Sin el tranque, no es viable la operación de Pelambres, por lo menos por un buen tiempo.