«Dejar trabajar a la comisión Bravo». Esa es la premisa de Marcos Barraza, en medio de trascendidos que apuntan a un abandono de la reforma previsional por parte del gobierno.

Por Sergio Jara.

Duda e incertidumbre. Eso quedó en el ambiente en los últimos días, luego que trascendiera que el gobierno le quitó el acelerador a la reforma al sistema de pensiones, que actualmente analiza una comisión asesora de expertos.

Marcos Barraza, subsecretario de Previsión Social, las despeja y aclara acá que el Ejecutivo sigue su camino en esta materia. Eso implica, dice, dejar trabajar a la denominada “Comisión Bravo”, para que luego sea la propia Presidenta Michelle Bachelet la que defina qué hacer con el diagnóstico y las propuestas que emanen de la instancia. En paralelo, Barraza mira la Agenda Laboral, que acaba de entrar al Congreso y en la cual también colaboró activamente.

Según aclara, no se hace cargo de especulaciones sobre la ruta ni los tiempos de ambas iniciativas. Ni tampoco de los trascendidos que hablan sobre la intención del gobierno de no cursar la reforma de pensiones en la actual administración.

¿No es efectivo aquello?

En el área de pensiones existe una comisión asesora presidencial, que tiene la responsabilidad de presentar un informe con propuestas el mes de agosto. Estamos a la espera de esas propuestas, y eso es de lo que nosotros nos podemos hacer responsables. No de dichos que no son de nuestra autoría.

¿Pero existe una intención firme del gobierno de llevar adelante un proceso de cambio del sistema previsional?

No hay duda que la intención de este gobierno es abordar el tema de las pensiones, pero el punto está en que el ideario que se construye es una decisión de la Presidenta de la República, que estará sujeto al informe que se le presente por parte de esta comisión.

¿No había una hoja de ruta trazada sobre este tema ya?

No se hizo una hoja de ruta, pero está establecido en el programa de gobierno desde un comienzo la existencia de un proceso en el cual hacemos un diagnóstico en detalle y propuestas para solución. Estamos en esa fase. ¿Qué es lo que viene a continuación? Esa es materia y competencia, como siempre lo ha sido en definiciones de esta naturaleza, exclusiva de la Presidenta de la República.

¿Y cuál es su expectativa al respecto?

Creo que, por lo pronto, lo que estamos haciendo es una fase importante y esa fase puede dotarnos de un diagnóstico factible a nivel nacional, de propuestas que solucionen el problema de fondo, que pasa por elevar las pensiones de los chilenos y, a la vez, tener un sistema que sea sustentable. Y eso, constituye un gran avance.

¿Usted cree que las personas que están por pensionarse puedan ver esos grandes avances de los que habla?

Lo que pasa es que, en paralelo, existe un conjunto de medidas que se están impulsando. Quiero destacar que los recursos comprometidos para la reforma tributaria desde el inicio contemplaron que fueran destinados a educación, salud y al mejoramiento del pilar solidario, tanto en montos como cobertura. Y en el presente podemos decir que para la Ley de Presupuesto 2015, se están agregando 49 mil nuevas pensiones básicas solidarias. Entonces, estamos haciendo esfuerzos en el presente, esfuerzos que se van a materializar con la reforma tributaria en régimen tal como lo señala el programa de gobierno. Y por cierto, está este otro camino que tiene que ver con un análisis sobre el mejoramiento de las pensiones.

¿Y está todo el gobierno cuadrado en ese otro camino? ¿Todos los ministerios?

Nosotros hemos trabajado siempre con comunión de ideas y con comunión de elecciones. No me cabe ninguna duda.

Camino paralelo

¿Es posible hacer caminar la Agenda Laboral en paralelo a un cambio del sistema de pensiones?

Si pueden caminar paralelas o no, tiene que ver con especulación porque hoy día estamos dejando que la comisión de pensiones haga su trabajo. Ha seguido funcionando la prórroga de tiempo que pidió, que ha permitido seguir un trabajo más profuso con los comisionados internacionales. Yo esperaría que la comisión se pronuncie antes de referir cualquier análisis en relación a la temporalidad.

Respecto a la Agenda Laboral, el empresariado apunta a permitir el reemplazo en huelga a partir de quinto día, situación que no contempla el proyecto de Ley. ¿Cree que hay espacio para trabajar esta propuesta?

Siempre hay espacio para perfeccionar las propuestas. El debate está recién comenzando. Sin embargo, creo que lo importante es que se pueda conservar el espíritu del proyecto. Y esa propuesta que usted señala, en estricto rigor no se ajusta al estándar internacional que fija la OIT y que incluso observan los países OCDE en materia de cómo opera el derecho a huelga en las diferentes legislaciones laborales. En mi opinión, no se condice con herramientas e instrumentos que den condiciones de equilibrio a quienes negocian, es decir, a trabajadores y empleadores.

Hablemos de la titularidad sindical. ¿Es posible matizar de alguna forma ese concepto?

En 2012, si no me equivoco, el acuerdo CUT-CPC, entre otras cosas, planteaba al sindicato como el principal sujeto de la titularidad sindical. Y cuando uno plantea que el sindicato es el principal sujeto de la negociación colectiva, lo que está diciendo en el fondo es que cuando no exista sindicato puede existir grupo negociador, pero es el sindicato por excelencia la entidad que representa a los trabajadores.

¿Le parece que esta es una reforma sindical más que laboral, como ha planteado el empresariado?

El rótulo de reforma sindical, tiene un tono peyorativo porque en el fondo lo que se dice es que lo sindical no es bueno. Y la verdad es que los sindicatos le hacen bastante bien a los países, porque la existencia de organizaciones sindicales, representativas, numerosas, permiten que efectivamente que mejore la calidad de las negociaciones colectivas.